REFORMA SANITARIA EN EEUU

Obama pretende cambiar profundamente la sanidad de EEUU haciéndola pública

Por Esteban del Pozo3 min

Internacional09-11-2009

Una decisión del Congreso “histórica”. Así es como calificó Obama el apoyo recibido por el Congreso a su reforma sanitaria. Algo que según el Presidente de Estados Unidos, “durante años habían dicho que no se podía hacer”. Este proyecto, que pretende dar cobertura médica a todos los estadounidenses y que se ha convertido en la primera prioridad del líder demócrata, cambiará profundamente un sector que abarca el 17 por ciento del PIB de EEUU.

La versión aprobada por la Cámara Baja aspira a ofrecer cobertura a 36 millones de personas, ahora mismo son 45 millones los que se encuentran sin seguro médico, más que las actuales para el año 2019. Estos números seguirían dejando a un 4 por ciento de la población sin seguro. Para alcanzar el objetivo, Obama ha basado su propuesta en una serie de puntos inamovibles. La prohibición a las compañías privadas de rechazar a clientes ya enfermos, y un mandato obligatorio a todos los individuos para que contraten una póliza de salud, de forma que no exista ningún ciudadano sin cobertura, son solo una de ellas. Además, para aquellas personas de renta baja, 16.245 dolares al año para individuos y 33.077 dólares para familias de cuatro, que ahora no pueden sufragar el coste de una póliza privada, habrá subsidios públicos (Sistema público Medicaid). El escrito recoge también la llamada opción pública, es decir, una expansión de la sanidad pública que permitirá a quienes no estén cubiertas elegir si prefieren contratar un plan público o uno de privado. La financiación de este sistema ha sido uno de los puntos calientes en el debate entre detractores y favorables a la reforma. La ampliación de los programas públicos costará más de 1 billón de dólares durante diez años, pero ese gasto se verá compensado con la subida de impuestos a las personas que ganen más de medio millón al año ya las multinacionales, y ahorros en Medicare, el sistema de seguro para los ancianos. Además se creará un fondo de subvenciones por valor de 600.000 millones. Obama resaltó que el proyecto “reducirá el déficit a largo plazo”. Según la Oficina de Presupuestos del Congreso (CBO, en inglés) ese ahorro ascenderá a 104.000 millones de dólares en diez años. El plan actual En este momento, la mayoría de la población está cubierta por un seguro sanitario privado que le proporciona su empresa. Sin embargo, las personas que se encuentran por debajo del umbral de la pobreza, los jubilados y funcionarios públicos, incluidos los militares, tienen acceso a diversos programas de sanidad pública. Con este sistema, unos 45 millones de personas, la mayoría con trabajos de baja cualificación o subempleados, se quedan sin seguro sanitario, ya que su empresa no les proporciona cobertura sanitaria, ni tampoco tienen recursos para contratar una individual. Un seguro para una familia de cuatro personas puede llegar a costar hasta 800 dólares al mes, unos 600 euros. Este sistema se enmarca en la estructura liberal que domina EEUU. En esta, a diferencia de lo que sucede en la Unión Europea, la presión fiscal es casi nula. Esto provoca que el Estado tenga menos recursos para plantear ayudas sociales pero le da más libertad a la persona para invertir su sueldo, casi íntegro, en lo que él crea conveniente. Ocurre algo muy parecido en la educación a nivel universitario dónde apenas existen becas públicas y las ayudas proceden de los centros. Esto también acarrea una mayor oferta formativa ya que son las universidades las que programan su oferta académica sin casi intervención estatal. Sin embargo, en los países europeos el sistema es más cerrado. La cantidad de impuestos a pagar es mucho mayor pero la gratuidad de la educación, la sanidad, la prestación por desempleo o las pensiones son ayudas sociales que nadie plantea suprimir y a todos alcanza.