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EUROBASKET

La defensa y la ‘magia’ de Pau Gasol conducen a España a semifinales

Por Alejandro G. NietoTiempo de lectura2 min
Deportes17-09-2009

Redimidos sus pecados en los dos últimos partidos de la segunda fase, España afrontó la primera eliminatoria por el título rebosante de confianza y Francia, hasta ese momento invicta, tuvo que pagar los platos rotos. El conjunto galo, brillante a lo largo de todo el campeonato, se topó con la mejor versión del mejor equipo del Eurobasket y tuvo que agachar la cabeza. Con un espectacular Pau Gasol como guía y una defensa prácticamente impenetrable, la selección española humilló a la Francia de Tony Parker con un abultado 86-66.

Por primera vez en todo el campeonato, España impuso su juego desde el primer minuto hasta el último. Y lo hizo gracias a una defensa intensa como nunca, precisamente lo que más se echó de menos en el equipo de Sergio Scariolo durante los partidos en los que tanto había sufrido. Esta vez los jugadores ofrecieron una exhibición de coraje, mentalidad ganadora y derroche físico. Maniataron a una Francia que tuvo que encomendarse a lanzar desde lejos y en situaciones complicadas. Propiciaron que su rival agotara las posesiones sin saber qué hacer, muchas veces incluso sin llegar a tirar a canasta. Robaron balones constantemente, se dieron un empacho de tapones y corrieron al contraataque con la alegría y el desparpajo con los que tanto disfrutan y hacen disfrutar. Francia no tuvo opción desde el primer cuarto. Fue siempre a remolque, con diferencias abultadas en contra y sin encontrar soluciones. Ricky Rubio amargó a Tony Parker, que acabó confinado al banquillo reservando fuerzas para los siguientes partidos (aunque eliminados, los franceses todavía tienen que ganarse una plaza para el Mundial). Rudy Fernández y Juan Carlos Navarro brillaron en el perímetro. Y Gasol… Pau Gasol hizo un guiño a quienes le consideran uno de los diez jugadores más determinantes del planeta. Resultó imparable para los pívots rivales, moviéndose con agilidad en el poste y encestando de todas las maneras; se lució con tres tapones de los que hunden la moral al contrario y acabó con unos dígitos dignos de Jugador Más Valorado (MVP) del campeonato: 28 puntos y nueve rebotes. España llegó con 15 puntos de ventaja al descanso. Pero sobre todo se fue al vestuario con la satisfacción de tener a su merced al que hasta ese momento era el mejor equipo del torneo. El técnico galo quemó todas sus naves exprimiendo al máximo los minutos en juego de Parker y Boris Diaw. Pero ni así consiguió frenar a una España lanzada, que consiguió superar la veintena de puntos de ventaja antes del parcial definitivo. Scariolo incluso se permitió el lujo de dar descanso a Pau Gasol, a quien por momentos se le vio físicamente agotado, pensando ya en las semifinales. El último cuarto fue un pase, aunque un parcial de 0-7 para Francia reactivó a España, que se había relajado en exceso con la victoria ya atada. Pero, con apretar un poco el acelerador, volvieron los problemas para anotar de los galos y el dinamismo en las jugadas de ataque. Hasta con los suplentes en la pista España se gustó y dejó con un nudo en la garganta a Turquía y Grecia. Una de esas selecciones será el rival del combinado nacional en las semifinales.