RECORTE A LA PRENSA
Argentina aprueba una ley contra la prensa adversa a Kirchner
Por LaSemana.es
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Comunicación17-09-2009
La prensa argentina ha sufrido una puñalada gubernamental. La Cámara de Diputados ha logrado aprobar el controvertido proyecto de la presidenta Cristina Fernández de Kirchner. Se trata de una nueva ley que limita los medios de comunicación que puede tener una empresa periodística y que crea un órgano censor para controlar la información.
La oposición ha protestado con todas sus fuerzas pero no ha podido hacer nada para evitar la aprobación de la Ley de Medios Audiovisuales. A la vista de que perderían la votación, los diputados contrarios a Kirchner abandonaron la Cámara a modo de protesta y de denuncia por lo que consideran una censura a los medios de comunicación. La nueva normativa establece que la televisión en abierto y por cable no podrá estar en manos de una misma empresa. Además, limita el número de licencias de radio y televisión que puede poseer cada una empresa. El límite estaba en 24 pero ahora se reduce drásticamente a 10. Pero lo peor de todo es la puesta en marcha de un organismo gubernamental que funcionará como los antiguos censores de las dictaduras. Su labor consistirá en supervisar la información de los medios de comunicación y adoptar las medidas correspondientes. Algo parecido existe ya en Venezuela, donde el gobierno de Hugo Chávez acaba de cerrar multitud de medios contrarios a su ideología. La prensa y la oposición argentina considera que la Ley de Medios Audiovisuales de Cristina Fernández de Kirchner es similar. De hecho, el principal perjudicado es el Grupo Clarín, principal actos mediático del país y que en los últimos tiempos ha sacado a relucir a través de su periódico varios casos de corrupción que salpican al Gobierno del matrimonio Kirchner. La presidenta, responsable del proyecto, lo ve al revés y asegura que la ley es sólo "una reforma para acabar con el monopolio que ejercen ciertos grupos económicos sobre la información". La oposición ya ha anunciado un recurso contra la nueva ley tanto por el fondo de la misma como porque su tramitación se ha llevado a cabo "como si fuese una partida de póker".