BALONCESTO
España supera la primera fase del Eurobasket con suspense y mal juego
Por Alejandro G. Nieto2 min
Deportes09-09-2009
España enseñó su versión más oscura en la primera fase del Eurobasket. Cayó con estrépito ante la joven Serbia, rozó la eliminación ante la modesta Gran Bretaña y estuvo cerca de sucumbir ante Eslovenia. Con todo, la calidad –aunque servida en pequeñas dosis– de los jugadores de Sergio Scariolo fue suficiente para acceder, con más pena que gloria, a la siguiente fase. Eso sí, al pasar con un balance de una victoria y una derrota, les será más complicado conseguir un buen cruce para los cuartos de final.
El torneo continental que se disputa estos días en Polonia comenzó totalmente torcido para el vigente campeón del mundo. El conjunto de Scariolo no fue ni la sombra de sí mismo ante Serbia, un equipo plagado de adolescentes y poco conjuntado al que le bastó cerrarse bien en defensa para comerse al gran favorito. España jugó demasiado relajada, sin intensidad defensiva y, sobre todo, muy desacertada en el lanzamiento. Dos de 19 en triples fue el pobre balance de los de rojo. Eso, unido al buen marcaje que los pívots balcánicos ejercieron sobre los hombres altos españoles, impidió que España llegara siquiera a acercarse en el marcador. Sólo Felipe Reyes dio la talla, pero su aportación semejó escasa al lado del brillante partido que completó su homólogo serbio Nenad Krstic (17 puntos y seis rebotes). El marcador final reflejó un claro 66-57 para los de Dusan Ivkovic. Después de ese primer revés, una derrota ante Gran Bretaña en el siguiente partido habría significado la eliminación del vigente subcampeón. Por ello, los de Scariolo salieron mucho más centrados ante la teórica cenicienta del grupo. Volvieron la solidez defensiva, las transiciones rápidas y los ataques trabajados y fluidos. Pau Gasol (27 puntos y 11 rebotes) recuperó su mejor nivel, Víctor Claver ofreció unos minutos sensacionales y Rudy Fernández regresó entonado tras su lesión. Así, la renta estuvo siempre rondando los diez puntos, hasta que el exceso de confianza en el último cuarto permitió a los británicos soñar. España bajó los brazos en defensa, Gran Bretaña apretó y, merced a una serie espectacular de aciertos en el lanzamiento exterior, logró situarse cuatro puntos arriba. El fantasma de la eliminación se había acomodado ya en el banquillo español cuando apareció Pau Gasol para recuperar el mando y sellar la victoria por 84-76. Tras protagonizar tales despropósitos, España buscó redimirse ante Eslovenia, el coco de su grupo. Pero acabó dejando otra vez la misma sensación amarga. Como ante los británicos, el inicio del partido fue de libro. Basando su juego en una gran solidez defensiva que anuló a las estrellas rivales, los de Scariolo encontraron también buenas posiciones de tiro en ataque y empezaron a abrir distancias. Juan Carlos Navarro, inédito hasta entonces, ofreció señales de recuperación y, junto a Rudy Fernández, lideró una ofensiva roja imposible de detener para los eslovenos. Así, la ventaja española llegó a consolidarse alrededor de los trece puntos. Pero de nuevo la falta de concentración hizo acto de presencia en el último parcial y Eslovenia, con una defensa asfixiante (especialmente eficaz al presionar a Carlos Cabezas), logró forzar la prórroga con una polémica canasta sobre la bocina. Fue verle las orejas al lobo y, con un impresionante Felipe Reyes como guía (17 puntos y ocho rebotes), los de Scariolo cerraron su clasificación con un agónico 89-84.