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DEBATE PARLAMENTARIO

Zapatero anuncia una subida de impuestos de 15.000 millones de euros

Fotografía
Por LaSemana.esTiempo de lectura3 min
Economía09-09-2009

Lo que iba a ser una ligera subida de impuestos a las clases altas se ha convertido en un aumento fiscal de 15.000 millones de euros. Esto es lo que el Gobierno de Zapatero espera recaudar en 2010 con la reforma impositiva que está preparando el Ministerio de Economía, de la que poco o nada se sabía hasta ahora.

Zapatero ha desvelado estos datos durante su comparecencia parlamentaria de este miércoles en el Congreso de los Diputados, donde ha hecho balance de la situación económica y ha adelantado las medidas que piensa adoptar en los próximos meses para sacar a España de la crisis. La principal novedad es que la subida de impuestos del Gobierno será inferior al 1,5 por ciento del Producto Interior Bruto del conjunto de las administraciones públicas. Es decir, tendrá un impacto en los ciudadanos de 15.000 millones de euros. Aunque supondrá un gran incremento de la recaudación, Zapatero lo reduce a una "moderada" subida que significará un "ajuste fiscal". Ante el Pleno del Congreso, Zapatero prometió que la subida de impuestos no afectará a los tipos que gravan las rentas de trabajo (IRPF) y se guiarán "por criterios de eficiencia y de equidad fiscal". Además, anunció la celebración de una Conferencia de Presidentes en el Senado durante la última semana de octubre para tomar decisiones en materia económica junto a los presidentes autonómicos. De los brotes verdes al paro Zapatero hizo un exhaustivo análisis de la actual coyuntura económica durante su intervención ante el Pleno del Congreso. El presidente defendió la tesis iniciada en el mes de junio de que el país ha comenzado a salir de la crisis. Antes del verano sostenía que la disminución del paro era el mejor síntoma de la mejora de la economía, pero Zapatero mantiene el mismo discurso ahora a pesar de que las colas de desempleados son cada vez más largas. Zapatero afirmó que los datos económicos ponen de manifiesto que "el peor momento de la recesión, en términos de caída de la actividad, ha pasado ya" pero minutos después reconoció que "el daño causado es tal que vamos a tardar un tiempo considerable en digerir sus consecuencias". Por su parte, el líder de la oposición, el popular Mariano Rajoy, ofreció al Gobierno un "gran pacto" para reducir el gasto en todas las administraciones, pero con la condición de que no se suban los impuestos. "Le ofrezco un gran pacto: para reducir el gasto del conjunto de las administraciones públicas y, también, para explicárselo al conjunto de los españoles. Ahora bien, para llegar a un acuerdo como éste, una condición previa: No se suben los impuesto", dijo. Rajoy advirtió de que "subir los impuestos solamente aumentará la desconfianza, disminuirá el consumo, la inversión y el ahorro, agudizando el proceso de recesión y el incremento del paro". Por eso, apostó por reducir el gasto público para hacer frente al exceso de gasto del Ejecutivo socialista en los últimos años. "No hay subida de impuestos capaz de tapar el agujero que usted ha creado", añadió a modo de resumen para descartar por completo la vía de los impuestos. El resto de las formaciones políticas parlamentarias cayeron en posiciones opuestas a la hora de pedir al Gobierno que ponga en marcha soluciones. La izquierda le pidió más impuestos para las rentas altas y más gasto público, mientras que los nacionalistas de CiU y PNV recomendaron no descartar ninguna opción. Más irónicos fueron desde ERC e ICV, quienes reprocharon a Zapatero que actúe a lo "Robin Hood" anunciando subidas de impuestos a los ricos que luego no se concretan o quedan en nada.