AFGANISTÁN
El bombardeo de la OTAN ordenado por Alemania provoca casi 100 muertos
Por Miguel Martorell/LaSemana.es2 min
Internacional06-09-2009
Un bombardeo de la OTAN en la provincia afgana de Kunduz, al norte del país, ha provocado al menos un centenar de víctimas y otros tantos heridos. Aunque Alemania niega que entra las víctimas haya civiles, cada vez cobra más fuerza la teoría de que el ataque ha acabado con la vida de personas inocentes.
Mohamed Omar, gobernador de Kunduz, ha confirmado que unos 45 talibanes, entre los que se encuentra un comandante, el mulá Abdul Rahman, han caído en el bombardeo de la OTAN en Kunduz. Sin embargo, al menos la otra mitad de las 95 muertes que se cree que ha provocado el ataque serían civiles, a pesar de que Alemania lo niega. El gobernador ha explicado que los talibanes habían robado dos camiones cisterna que transportaban combustible para aviones de la fuerza de la OTAN (ISAF) en Afganistán. Al parecer, los milicianos estaban distribuyendo la gasolina entre los vecinos de Kunduz cuando los aviones de la OTAN bombardearon su objetivo. Una fuente de las Fuerzas de Seguridad afganas ha llegado a aumentar la cifra de víctimas mortales hasta más de 200, pero este extremo aún no ha sido confirmado. Lo que sí es seguro es que entre los heridos se cuentan más de un centenar de personas, sin especificarse si son talibanes o civiles afganos. Es la operación aérea más grave ordenada hasta ahora en la zona bajo mandato militar alemán. La sospecha de que había numerosos civiles entre los muertos fue reforzándose según avanzaba el día. Sin embargo, un portavoz ministerial alemán aseguraba que entre "los más de 50 muertos" no había ningún civil. Lo cierto es que si se confirmarse este hecho afectaría a la campaña para las elecciones generales alemanas del 27 de septiembre ya que la misión en Afganistan cuenta con el apoyo de todos los partidos políticos alemanes excepto de la izquierda. La Fuerza Internacional de Asistencia a la Seguridad (ISAF) ha abierto una investigación en colaboración con las autoridades afganas para aclarar los hechos, aunque en un comunicado ha informado de que el bombardeo se autorizó después de “observar actividad de la insurgencia” en la zona y tras “evaluar que no había civiles”. El propio secretario general de la OTAN, Anders Fogh Rasmussen, ha prometido impulsar una investigación “completa e inmediata” del bombardeo, mientras que el comandante al frente de la ISAF, el general estadounidense Stanley McCrystal, ha trasladado al presidente afgano, Hamid Karzai, “su compromiso de aclarar lo que ha ocurrido lo antes posible”. Rasmussen ha señalado que “en conflictos como estos, los errores pueden ocurrir”, aunque también ha defendido que la “nueva estrategia” aprobada el pasado mes de junio por la OTAN para reducir las bajas civiles en operaciones aliadas “ha tenido mucho éxito”. La directiva táctica limita especialmente el uso de bombardeos y prohíbe recurrir a ellos en caso de peligro de ocasionar bajas civiles. “Nuestro compromiso con la protección de los civiles queda demostrado por el hecho de que las bajas civiles provocadas por ISAF se han reducido más de 95 por ciento respecto al año pasado”.