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JUEGOS OLÍMPICOS

Lo que falla en la candidatura madrileña

Por Luis Miguel L. FarracesTiempo de lectura3 min
Deportes04-09-2009

Parece que, tras el informe del COI presentado esta semana, el sueño olímpico madrileño se desvanece. Un sueño que se veía amenazado desde el primer segundo por la regla no escrita que impide repetir continente en dos Juegos consecutivos, pero que se mantenía vivo gracias a la buena calificación obtenida por el Comité en junio de 2005 -Madrid obtuvo la segunda mejor nota, a dos décimas de Tokyo- y por el optimismo de las institucion. Ahora, a un mes de Copenhague, toca hacer balance.

Resulta complicado entender cómo una candidatura que superaba con holgura a casi todas sus rivales hace sólo cuatro años (8,1 de coeficiente frente al 7 de Chicago y el 6,4 de Río) parece ahora ser la propuesta más débil de la terna. Más aún teniendo en cuenta que, en 2012, Madrid partía ya como una de las candidaturas favoritas y que, en estos años, se han solucionados las principales deficiencias del proyecto: ha aumentado en 8.000 camas su oferta hotelera, se ha contado con los deportistas para la planificación de las sedes y el Gobierno central ha garantizado cada céntimo de la inversión necesaria para el proyecto. No obstante, el COI ha puesto en evidencia el proyecto olímpico madrileño en un informe que, todo sea dicho, no será vinculante a la hora de votar en Copenhague y que, si bien Madrid ha cosechado más críticas que sus Chicago, Tokyo y Río, es cierto que sus rivales presentan menos deficiencias, pero más graves en algunos casos. Mucho se ha hablado estos días de que la legislación española contra el dopaje y su dudosa compatibilidad con la AMA (Agencia Mundial Antidopaje) ha sido la crítica más grave recibida por la Comisión del COI. Y ello a pesar de que en Estados Unidos y Japón el dopaje no constituye un delito penal, mientras que en España, gracias a la reforma del Código Penal, sí lo será en 2016. Si a esa realidad se le suma que la calidad sanitaria de los controles españoles es reconocida a nivel mundial, parece claro que la deteriorada imagen del deporte nacional en este aspecto tras la Operación Puerto y el positivo de otros atletas olímpicos nacionales como Johan Muehlegg, han hecho mucho daño a la candidatura. En cualquier caso, el secretario de Estado para el Deporte, Jaime Lissavetzky, ha asegurado esta misma semana que el COI habla de dudas, no de incompatibilidad entre la AMA y la Agencia Española Antidopaje, y que esas dudas han sido resueltas en los últimos meses (el informe detalla la evaluación de la candidatura a abril de 2009). Otra de las críticas recibidas por Madrid 2016 ha sido la de la estructura organizativa .El COI ha parecido perderse entre los roles que desempeñarían el Gobierno central, el regional y el consistorio, sobre todo en materia financiera -a pesar del aval total del Gobierno- y de seguridad. Un problema que, dada la dolorosa experiencia del país en materia antiterrorista, no debería ser especialmente grave, pero que no aparece en ninguna de las candidaturas rivales. Además, el hecho de contar con la peor nota en la calidad de los informes presentados, los cuales el COI considera "de calidad variable" ha hecho un especial daño a los organizadores. Y es que ese fue precisamente uno de los puntos fuertes de Madrid 2012, cuyos informes fueron valorados como documentos "de alta calidad." En cualquier caso, Madrid espera que las críticas del resto de las candidaturas y que las loas recibidas en todos los aspectos más importantes tales como legado olímpico, apoyo popular, la reciente regeneración de la ciudad y lo compacto de las instalaciones -accesibles en apenas unos minutos a través de transporte público- hagan estallar la sorpresa en Copenhague. Al fin y al cabo, hace cuatro años Londres amargó el champagne a una París más que favorita.