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RELIGIÓN

Casi dos millones de musulmanes residentes en España realizan el Ramadán

Por Javier M. FandiñoTiempo de lectura2 min
Sociedad22-08-2009

Con la aparición de la luna nueva a finales del sha¬ban, el octavo mes del calendario islámico, millones de musulmanes repartidos por el mundo comienzan un periodo de meditación y purificación con carácter obligatorio en el que se abstienen de comer, beber, fumar o tener relaciones sexuales desde el alba hasta la puesta de sol. Sin embargo, una vez llegada la noche, el rito religioso se convierte en una verdadera celebración en la que además de establecer lazos con Dios los entablan con su familia.

Cerca de dos millones de musulmanes residentes en España dieron comienzo el pasado sábado 22 de agosto al mes del Ramadán. Como viene siendo habitual casi todos los años, su calendario lunar impidió que todos los países islámicos se pusieran de acuerdo y comenzaran el ayuno en el mismo día. No obstante, la mayoría de los países árabes marcaron su inicio según la decisión tomada por Arabia Saudí, región donde nació el Islamismo. A lo largo de este mes sagrado, los musulmanes celebran la revelación del Corán a su profeta Mahoma y se verán privados de comer, beber, fumar o tener relaciones sexuales desde el alba hasta la puesta de sol. Del mismo modo, durante el ayuno deberán acudir con mayor asiduidad a las mezquitas y realizar obligatoriamente sus cinco oraciones diarias, incrementar la lectura del Corán y ser especialmente bondadosos. Sin embargo, una vez llegada la noche comienza el fin del ayuno y la festividad religiosa se convierte en una verdadera celebración en la que se estrechan los lazos familiares y las visitas son constantes. La práctica de esta celebración religiosa finalizará el próximo 21 de septiembre y tiene carácter obligatorio para todo musulmán adulto sano, ya sea hombre o mujer. Sin embargo, los niños, los ancianos débiles, los enfermos crónicos y las personas que ejercen trabajos excesivamente duros pueden saltarse el mes de ayuno a cambio dar de comer a un pobre por cada día que no lo realicen. Una vez realizada la compensación, no deberán recuperar los días de ayuno. Por el contrario, los enfermos cuyo estado de salud puede mejorar con el tiempo, las personas increíblemente hambrientas o sedientas y que al realizar el ayuno puedan poner en riesgo su salud, las mujeres embarazadas o en periodo de menstruación, así como los viajeros que tengan que recorrer largas distancias podrán saltarse el ayuno pero deberán recuperarlo antes de que empiece el siguiente Ramadán. Este, sin embargo, podrá realizarse en días salteados y no estrictamente seguidos.