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NO HAY PRUEBAS

El PP se enreda con su denuncia sobre escuchas ilegales a sus dirigentes

Por Esteban del PozoTiempo de lectura2 min
España30-08-2009

Al ataque. Así es como parece que ha planteado el PP la antesala al comienzo del curso político. Crecido tras saber que el Tribunal Superior de Justicia de Valencia archivaba la causa abierta contra el presidente de la Comunidad Valenciana, Francisco Camps, los populares han contraatacado denunciando casos de escuchas ilegales a miembros de su partido.

Después de unos meses dónde los tribunales, con el caso Gürtel, señalaron con el dedo a personas muy importantes dentro del PP convirtiéndolas en protagonistas por sus filtreos con la corrupción; ahora son los populares los que apuntan al uso de los aparatos del Estado para practicar escuchas ilegales a afiliados que no tienen nada que ver con el sumario investigado. Aunque no es la primera vez que el PP recurre a esta táctica. En el comienzo del caso Gürtel se atacó al juez de la Audiencia Nacional Baltasar Garzón por sobrepasar sus competencias. Sin embargo ahora el PP ha aumentado el tono. La secretaria general del PP, María Dolores de Cospedal, afirmó que España está viviendo “un Estado policial como hace muchos años, desde antes de la Constitución, no se vivía”. Según la número 2 del PP el Gobierno está utilizando “a las instituciones, a la Fiscalía General, a la policía judicial, a los servicios del Ministerio del Interior y al Centro Nacional de Inteligencia” para “perseguir” al principal partido de la oposición. Una práctica que para Cospedal está “poniendo en grave riesgo a las instituciones de la democracia” y que se incurriría en un caso de “corrupción política”. La secretaria general del PP aseguró que a los ciudadanos les gustaría ver a la Fiscalía “persiguiendo a ETA en muchas ocasiones”, y, sin embargo, “han visto hace poco a De la Vega dando instrucciones al ministerio fiscal para perseguir al presidente valenciano”. Pero hasta el momento estas acusaciones no han venido acompañadas de pruebas en las que se pueda comprobar la veracidad de estas denuncias. Esto es lo que ha exacerbado al PSOE que ha calificado de “vergüenza” las declaraciones la mano derecha de Mariano Rajoy. Después de las palabras de la secretaria General del PP, se produjo un compás de espera dentro de la formación hasta que el líder popular, Mariano Rajoy, decidió respaldar esta arriesgada estrategia. El presidente del PP, aseguró que comparte “todo lo dicho por Cospedal” y responsabilizó a Zapatero de lo que calificó de “inquisición” contra el PP. Sin embargo, y pese a la gravedad de los hechos denunciado y que Federico Trillo ha dicho que tiene pruebas, Rajoy no ha explicado que piensa hacer ante esta situación. Cuándo ha sido preguntado por esta cuestión su respuesta “ya veremos lo que hacemos” ha dejado cualquier posibilidad abierta.