ITALIA
Los excesos de Berlusconi le quitan la confianza de los italianos
Por Ángela González Rodríguez
2 min
Internacional24-07-2009
Los últimos escándalos protagonizados por Silvio Berlusconi le están costando caro: la mitad de los italianos confían “poco” o “nada” en sus gestiones, según recientes datos elaborados por el instituto IPR y correspondientes al mes de julio. Apenas dos meses antes, tenía el beneplácito del 53 por ciento de los encuestados.
En concreto, la opinión pública ha rebajado en cuatro puntos la nota que, a su juicio, merece el primer ministro italiano, Silvio Berlusconi,. Según le echan en cara ciudadanos y miembros de la oposición, los excesos de Il Cavaliere empiezan a repercutir negativamente en la imagen del país y del Gobierno. Pese a todo, el dirigente italiano cuenta con el apoyo del 49 por ciento de la población, que todavía confían en él. No obstante, la noticia ha caído como un jarro de agua fría sobre el Ejecutivo, ya que se trata de la primera vez que la popularidad de Berlusconi cae tan drásticamente -por debajo del 50 por ciento-. Fue en mayo cuando la imagen del primer ministro empezó a empeorar, debido a numerosos escándalos relacionados con su vida personal, desde las poco claras relaciones con una menor de edad, Noemi Letizia, que llevaron a la primera dama italiana al borde del divorcio; hasta la polémica más reciente, ilustrada por unas conversaciones que Berlusconi habría mantenido con una prostituta de lujo durante las fiestas que organizaba en su residencia privada. Una de las grabaciones ha sido el detonante de la última vuelta de tuerca al culebrón italiano. En las transcripciones de sus supuestas conversaciones con la prostituta de lujo Patrizia D¬Addario, Berlusconi se jactó de que en su villa en Cerdeña encontraron "hasta 30 tumbas fenicias del año 300 antes de Cristo". De acuerdo con la ley italiana, los descubrimientos arqueológicos realizados en propiedades privadas deben ser comunicados a las autoridades para una inspección, catalogación y posible excavación. Oposición y comunidad arqueológica han puesto el grito en el cielo al no tener noticia de ninguno de estos hallazgos. El broche final lo ponen las posibles acusaciones de difamación, abuso de autoridad y violación de las leyes del mercado, además de competencia desleal y boicot que amenazan con llevar a los tribunales los responsables de La Republicca, enseña del grupo editorial que compite con el del propio Berlusconi, en represalia por las recomendaciones del primer ministro para que nadie se anuncie en un medio que le resulta tan molesto. Mientras, ni Berlusconi ni sus abogados han declarado formalmente que las grabaciones sean falsas. De acuerdo con fuentes cercanas al jefe de Gobierno, Berlusconi calcula que “el escándalo se apagará” durante las vacaciones de agosto, que pasará en L¬Aquila, la ciudad devastada por el terremoto de abril, en vez de en su lujosa finca en la paradisíaca isla de Cerdeña.