Esta web contiene cookies. Al navegar acepta su uso conforme a la legislación vigente Más Información
Sorry, your browser does not support inline SVG

MÉXICO

Los narcotraficantes de ¬La Familia¬ declaran la guerra a Felipe Calderón

Por Ángela González RodríguezTiempo de lectura4 min
Internacional18-07-2009

"Lo que obtienes con violencia, con violencia vas a conservarlo", reza el leit motiv de esta organización criminal que desde hace más de cinco años opera en la región gracias a una potente red de tráfico de armas y todo tipo de estupefacientes, cuyo destino principal es Estados Unidos.

La detención el pasado 11 de julio de Arnoldo Rueda, también conocido como La Minsa, uno de los cabecillas del cartel, ha puesto en pie de guerra a narcotraficantes, bandas armadas, Policía y militares mexicanos. Lo que comenzó como un frustrado intento de liberar al número dos de La Familia, ha desembocado en una fuerte ofensiva del narcotráfico contra la Policía y el Ejército. El cartel michoacano ha sido capaz de desencadenar una ofensiva contra las Fuerzas de Seguridad del Estado, atacar de forma simultánea una decena de destacamentos policiales y dejar 15 cadáveres en una carretera como aviso a las autoridades, todo ello en apenas una semana. Felipe Calderón, que nació y se crió en el Estado de Michoacán, tierra patria de La Familia, ha calificado los ataques de “reacción desesperada y violenta frente a la firme y decidida actuación (del Estado)”. En la misma línea, y en respuesta al mensaje televisivo que cuatro días después de la captura de Rueda lanzó uno de sus correligionarios, el presidente mexicano se ha mantenido firme en su negativa a negociar con el crimen organizado. “Queremos llegar a un consenso, queremos llegar a un pacto nacional, no sé de qué manera pero tenemos que lograrlo”, pidió un hombre que se identificó como Servando Gómez Martínez, jefe operativo del cartel de La Familia a Calderón. “Mi mensaje para el presidente de la República: lo respetamos, lo admiramos, sabemos que su labor es grande, sabemos que no va en contra de todo el mundo y qué bueno, pero las personas que no lo engañen, que se muestre respeto hacia nuestras familias, es lo único que pedimos, cuando nos respeten a nosotros, los vamos a respetar”. Por eso, “nuestro pleito es única y exclusivamente con la Policía Federal” y con la Subprocuraduría especializada en investigación de delincuencia organizada “que están atacando a nuestras familias”. El tono del resto del mensaje es muy similar: “vienen y fabrican culpables, se están llevando gente inocente en todo el estado de Michoacán, se llevan gente inocente y están haciendo lo indebido”. Mientras, La Familia respeta “al 100 por cien al Ejército mexicano y a la Armada de México” porque realizan el trabajo que les ordena la Constitución. “Nosotros queremos que nos escuchen, cuando ellos se dediquen completamente a actuar contra nosotros los miembros activos, nosotros los vamos a respetar”, adelantó Gómez Martínez. La respuesta gubernamental a la oferta de La Tuta, como se hace llamar este portavoz del cartel -que los narcotraficantes lanzaron en una entrevista en directo en el programa Voz y Solución de la cadena CB Televisión Michoacán- no se ha hecho esperar. El portavoz de la Procuraduría General de la República, Ricardo Nájera, ha dejado claro que “no es posible llegar a ningún pacto” con organizaciones del crimen organizado, cuyas propuestas “ni siquiera pueden tomarse en serio”. “Para los integrantes de los grupos delictivos no hay, ni puede haber, más alternativa que someterse a la ley”, sentenció otro miembro del Ejecutivo mexicano. “Las organizaciones criminales deben tener claro que la ofensiva del Estado va a continuar y que la violencia entre ellas sólo terminará cuando se sometan a la autoridad”. Lucha por controlar Michoacán De acuerdo con la intervención televisiva del jefe operativo del cártel michoacano: “La Familia la creamos para cuidar y salvaguardar los intereses de nuestro pueblo y nuestra familia. No queremos que nadie les falte al respeto. Nosotros, a nuestra manera de entender no le faltamos al respeto a las personas”, afirmó La Tuta. No comparten esta visión en el Gobierno de Calderón, donde tiene claro que “por más que pretendan enmascarar con todo tipo de explicaciones sus acciones, estos grupos no tienen más verdad que lo que extorsionan, amenazan, secuestran, torturan y asesinan sin escrúpulos”. La Familia Michoacana se ha convertido en uno de los carteles más activos y violentos del país. Sus líderes son Nazario Moreno González, El Chayo, Servando Gómez Martínez, La Tuta, y José de Jesús Méndez Vargas, El Chango Méndez. El origen de La Familia está en La Empresa, organización de similar propósito fundada por Moreno González y Méndez en 2000. La Empresa se alió con Los Zetas, grupo armado del Cartel del Golfo, contra el cartel encabezado por los hermanos Beltrán Leyva, hasta que en 2006, Los Zetas rompieron su alianza y surgió La Familia Michoacana. Ese mismo año, Calderón escogió su Estado natal para tomar una de sus primeras decisiones como presidente electo: diez días después de jurar su cargo, inició el despliegue de varios operativos militares y policiales contra el narcotráfico. En los últimos días, el Gobierno mexicano ha comenzado a reforzar el cerco contra el narcotráfico en Michoacán, enviando 5.500 militares y policías, apoyados con helicópteros Black Hawk como los usados en Iraq. El despliegue eleva a unos 8.000 efectivos la actual presencia de fuerzas federales en esa región del oeste de México.