INFLACIÓN

Hundimiento histórico de los precios

Por J. F. Lamata Molina2 min

Economía12-07-2009

No por esperado es menos desastroso. Esperado porque en los informes del Instituto Nacional de Estadística (INE) ya se preveía esta situación y desastroso porque el mínimo de los precios que han caído en junio un uno por ciento supone un hito en la historia negra de la economía española: la tasa negativa más baja de los últimos 48 años, es decir desde del desastre de la posguerra que finalizó con el Plan de Desarrollo de los tecnócratas del Opus con López Rodó.

En tan sólo un año, la evolución del IPC ha pasado de un cinco por ciento en junio de 2008 a un 0,8 por ciento en este pasado mes de junio. El hundimiento se debe básicamente a la caída del petróleo (que arrastra la crisis del mercado de los automóviles), que cubre el 50 por ciento de la demanda de la energía primaria (lo cual nos sitúa 20 puntos por encima de la media de la Unión Europea, puesto que en la mayoría de los países de la UE el petróleo se limita al 30 por ciento). Eso explicaría por qué la inflación subyacente que no considera al petróleo se mantiene positiva. Fue en 1961 cuando se creó el IPC, en una situación tan mala que desde ahí sólo se pudo subir, subida que duró hasta el pasado mes de junio, cuando se ha tenido la ocasión de igualar tal acontecimiento. Los carburantes -cuya subida se apuntó hace apenas un mes- se han desplomado un 20 por ciento, los productos energéticos han caído un 14 por ciento y el transporte en general se ha hundido en un ocho por ciento. Sirva de ejemplo el barril de Brent, que se cifra en 69 dólares, cuando en junio del año pasado estaba en unos 133 dólares. Pero por caer, han caído hasta las patatas - un cuatro por ciento- y el pescado (un seis por ciento). Y, si se siguen cumpliendo los presagios del INE y la Secretaría de Estado de Economía, la bajada seguirá unos meses más. ¿Y qué dice el Gobierno? Pues no se preocupan demasiado, o al menos esa es la imagen que dan: según varios medios de comunicación, la vicepresidenta del Gobierno y la ministra de Economía aseguran que los precios volverán a la senda positiva en otoño, alejando así el temor a la deflación.