REINO UNIDO
La corrupción política se muda a Downing Street
Por G. Martínez2 min
Internacional17-05-2009
El panorama político británico está bastante revuelto después de que el diario The Daily Telegraph desvelara el abuso de dinero público que han acometido diputados de los tres partidos mayoritarios: Laborista, Conservador y Liberal-Demócrata. Este mal uso de las compensaciones económicas que reciben los políticos ha caído como un jarro de agua fría en la opinión pública británica que no ha dudado en buscar "culpables".
El primero de los culpables es el primer ministro británico, Gordon Brown, que durante 2006 y 2007 pagó con dinero público a su hermano Andrew por la realización de las tareas de limpieza de su hogar. No obstante, Andrew ejerce como ejecutivo de una empresa francesa, por lo que en ningún momento pudo desempeñar semejantes labores. Downing Street ha salido al paso y ha aclarado que los hermanos Brown compartían limpiadora y que ese reembolso era un pago por adelantado del primer ministro a su hermano. Pero, no sólo el premier se ha visto involucrado; diversos diputados e incluso miembros del Gabinete de Brown han sido acusados de apropiarse de fondos de las arcas públicas. Dos de los casos más sonados son los protagonizados por Elliot Morley y Shahid Malik. Morley, que desempeñaba hasta ahora el cargo de secretario de Estado, utilizó las compensaciones económicas para pagar una hipoteca que ya había pagado con anterioridad y Malik, que ha sido cesado recientemente de su cargo como secretario de Estado de Justicia, invirtió el dinero en bienes inmobiliarios. No obstante, estos no son los únicos casos: David Cameron, actual líder de la oposición y presidente del Partido Conservador, ha forzado la dimisión de su asesor, el diputado Andrew Mackay, quien con su esposa, la también diputada tory July Kirkbride, habían utilizado el dinero público para afrontar las hipotecas de dos segundas residencias respectivamente, ya que los parlamentarios británicos tienen derecho a solicitar ayudas para una segunda residencia en caso de que su circunscripción electoral se encuentre fuera de Londres. En las filas del partido Liberal-Demócrata también se han encontrado casos sospechosos, como el del diputado Andrew George que invirtió las compensaciones económicas en un piso en Londres para su hija. Laboristas, conservadores y liberales han entonado el mea culpa y han comenzado a devolver el dinero a las arcas públicas. El primer ministro se disculpó públicamente ante la opinión pública británica en una conferencia celebrada por el Real Colegio de Enfermería y anunció que tomaría medidas disciplinarias; mientras que David Cameron ha exigido a sus diputados el reembolso de aquellos gastos que puedan considerarse como injustificables. No cabe duda de que esta crisis ha perjudicado sobremanera la imagen de los diputados británicos ante la opinión pública y esto puede tener consecuencias directas en los próximos comicios europeos del 7 de junio como la abstención o el voto a partidos minoritarios.