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PANAMÁ

El empresario Ricardo Martinelli, nuevo presidente del país

Por LaSemana.esTiempo de lectura1 min
Internacional10-05-2009

El candidato presidencial de la oposición Ricardo Martinelli salió la pasada semana vencedor de las elecciones en Panamá. Martinelli, líder de la formación Cambio Democrático, culminó así una costosísima campaña de lavado de imagen tras fracasar estrepitosamente en los comicios de 2004. Ahora, según ha anunciado, formará un gobierno de unidad nacional.

El nuevo presidente electo arrasó en las presidenciales, cuyo Tribunal Electoral proclamó su victoria con sólo el 43 por ciento de los votos escrutados, cuando se imponía por 24 puntos porcentuales. Finalmente, Martinelli consolidó su triunfo con el 59 por ciento de los votos, mientras Bilbaína Herrera, del gobernante Partido Revolucionario Democrático (PRD), obtenía un 36 por ciento. Martinelli prometió tras conocer su victoria "más trabajo y más equidad" ante miles de sus seguidores, poco después de proclamarse su victoria. "Panamá no merece estar donde está", ha agregado. El presidente electo ha dicho estar "sumamente honrado" del amplio respaldo recibido en los comicios. "Los locos somos más", ha arengado en alusión a uno de sus lemas electorales formulado en respuesta a la acusación que sus rivales electorales le hicieran de sufrir un desequilibrio mental. En los comicios de 2004, Martinelli sólo pudo reunir un cuatro por ciento de los sufragios. La clave estuvo en el perfil del nuevo presidente electo. Martinelli es un conocido empresario de éxito que estudió en Estados Unidos y actualmente es poseedor de todo un emporio alimentario en su país. Hace cinco años consiguió encandilar a las grandes fortunas panameñas, pero el pueblo le siguió viendo como un empresario muy lejos de sus problemas cotidianos. Sin embargo, en estos cinco años ha ido decidido a por el voto del pobre, concediendo numerosas becas a las familias más necesitadas y publicitándolas al máximo. Durante la campaña electoral ha prometido erradicar la delincuencia, reformar los sistemas educativo y sanitario y nuevas infraestructuras, como un metro para la capital.