ABORTO
Cerca de mil científicos rechazan la reforma de la ley del aborto
Por Javier M. Fandiño1 min
Sociedad18-03-2009
Los expertos afirman que es "una evidencia científica que la vida empieza en el momento de la fecundación" y tachan la práctica del aborto como "un acto simple y cruel de interrupción de una vida humana".
Nicolás Jouve, catedrático de Genética de la Universidad de Alcalá de Henares, presentó el pasado 17 de marzo en la capital española el "Manifiesto de Madrid", documento asentado sobre el principio de la "defensa de la vida humana en su etapa inicial, embrionaria y fetal". Mediante este manifiesto, los cerca de mil -aunque sigue aumentando el número de adhesiones- científicos e intelectuales que lo firman, rechazan el aborto, definido por ellos como "un drama con dos víctimas: una muere y la otra sobrevive y sufre a diario las consecuencias de una decisión dramática e irreparable". Su punto de partida es la "sobrada evidencia científica de que la vida empieza en el momento de la fecundación" y que "el cigoto es la primera realidad corpórea del ser humano", tal y como lo demuestran diferentes ramas de la ciencia como la Genética, la Biología Celular y la Embriología. Los firmantes sostienen que, como el embrión y el feto no forman parte de ningún órgano materno y su naturaleza es independiente, el aborto no es únicamente "la interrupción voluntaria del embarazo", sino un acto "cruel de interrupción de una vida humana". Por todo ello, consideran necesario que las mujeres que decidan abortar deben conocer las consecuencias y secuelas, destacando el "síndrome postaborto", manifestado en depresiones, sentimiento de culpa, pesadillas, etc. El "Manifiesto de Madrid", formado por aproximadamente 600 firmas iniciales, a las que posteriormente se unieron 400 provenientes de Cataluña, indica que la práctica del aborto acaba con unas 120.000 personas al año. Además, el millar de adheridos al manifiesto rechaza la propuesta del Gobierno de Zapatero de permitir el aborto a partir de los 16 años sin el consentimiento paterno para ello. Opinan que "obligar a una joven a decidir sola a tan temprana edad es una irresponsabilidad y una forma clara de violencia contra la mujer".