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POSTPUJOLISMO

Un futuro para CiU en el Ejecutivo central

Por Teresa Torrecillas Tiempo de lectura2 min
España19-01-2002

Hasta el momento no se podía pensar en Cataluña, sin pensar en CiU con Jordi Pujol como líder indiscutible, y tampoco se podía pensar en un programa político catalán, donde pudiera haber un hueco para la colaboración con el Gobierno central. Parece que la historia política en Cataluña toma un nuevo curso.

Jordi Pujol se despide después de 20 años y le cede el relevo a Artur Mas, candidato para las próximas elecciones. Nuevas expectativas parece que se divisan en el horizonte. Puede ser que en un futuro no tan lejano, cuando Pujol ya forme parte del pasado, CIU ocupe un lugar importante en el Ejecutivo central. La propuesta de José María Aznar, presidente del Gobierno, de que CIU pueda formar parte del Ejecutivo en un futuro no ha caído en saco roto. Lo que más ha sorprendido ha sido la postura de Pujol, que en unas declaraciones hechas desde Californiaen las que afirmaba ue "probablemente CIU tenga que responder afirmativamente en un futuro". Esta declaración supone una ruptura con uno de los principios más importantes de los que hacía gala el partido nacionalista; la negación a cualquier tipo de participación en el Gobierno de la nación, pues era considerado que iba en contra de la propia naturaleza del nacionalismo. Se ha roto el tabú del rechazo frontal. El debate ya se abrió en la legislatura del 93, cuando Miguel Roca propuso la posibilidad de formar parte del Ejecutivo junto a Felipe González. Siguieron abriendo camino Unió Democrática, que en un Comité de Gobierno, en la legislatura del 93, pusieron sobre la mesa la posibilidad de colaborar desde dentro con el Gobierno español del PP. En términos generales son propuestas para consolidar la propia personalidad de Cataluña en el Estado sustitución del Ministerio de Cultura por un órgano de cooperación entre el Estado y las comunidades, utilizar todas las lenguas de España en la impresión de moneda, convertir el Tribunal Superior de Justicia de Cataluña en la última instancia judicial en la comunidad y participación de la Generalitat en el Tribunal Constitucional, el Defensor del Pueblo, el Consejo General del Poder Judicial, el Tribunal de Cuentas, el Banco de España y la Comisión Nacional del Mercado de Valores. Además han pedido la participación en los Consejos de Ministros de la UE u en organismos como la Unesco. Por otro lado han solicitado el apoyo a las selecciones deportivas nacionalistas. Pujol y Aznar se verán las caras a finales de febrero o principios de marzo, cuando tendrá lugar una reunión de los dos dirigentes. El fondo de la cuestión está en la posibilidad, real, de que CIU pierda las próximas elecciones a favor del socialista Maragall. En este caso, el formar parte del gobierno central es una opción no se puede despreciar, para no desaparecer del panorama político. Altos cargos del PP han manifestado que seguirán adelante con su propuesta de integrar a CIU en el Ejecutivo central y seguirán manteniendo el debate tras el Congreso Congreso Nacional.