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OPERACIÓN TEMPLE

Comienza el proceso contra los tres jueces que liberaron a ¬El Negro¬

Por María Fernández Riveras Tiempo de lectura1 min
España20-01-2002

La Sala de lo Penal del Tribunal Supremo ha decidido por unanimidad admitir la querella impuesta por el fiscal general del Estado, Jesús Cardenal, contra Carlos Cezón, Carlos Ollero y Juan José López Ortega. Los tres magistrados de la Audiencia Nacional pusieron en libertad bajo fianza estas navidades al presunto narcotraficante Carlos Ruíz Santamaría, El Negro que aprovechó para fugarse.

"Poner en libertad en vísperas del juicio a una persona a la que reiteradamente hasta ese momento se le había denegado por riesgo de fuga". Ésta es, según fuentes de la Audiencia Nacional, la base sobre la que se asienta la demanda a los tres magistrados de la Sección Cuarta de la Audiencia Nacional. Al conocerse la decisión del Supremo, los magistrados decidieron aplazar el juicio de Operación Temple hasta el martes 22 de enero. En dicho pleito se están juzgando a 36 implicados en la operación en la que fueron intervenidas once toneladas de cocaína. Los jueces Carlos Cezón, Carlos Ollero y Juan José López Ortega podrían enfrentarse a sanciones que van desde la suspensión hasta la expulsión del la carrera judicial, lo que supondría que el juicio debería comenzar de nuevo con otro Tribunal. Julián Sánchez Melgar ha sido designado por el Alto Tribunal para que instruya la causa por el procedimiento ordinario, es decir, que abra sumario en lugar de realizar un procedimiento abreviado.Así se hizo también en el caso Gómez de LIaño. La Comisión Permanente del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) debatirá el tema el próximo lunes, 21 de noviembre, pero, en ningún caso, podrá suspender a los jueces porque primero tendrá que oír sus versiones y la del fiscal y, además, dicha resolución sólo puede ser tomada por el pleno del Consejo. La decisión del Supremo de admitir esta querella convierte a este proceso en un hecho insólito en la historia judicial española ya que se trata de la primera vez que el Supremo admite a trámite una querella contra los tres magistrados de un Tribunal.