GALARDÓN
El arquitecto Steven Holl, premio al compromiso con el medio ambiente
Por Marta G.Bruno3 min
Cultura30-01-2009
El arquitecto estadounidense Steven Holl (Washington, 1947) sabe combinar la abstracción con el respeto hacia el medio ambiente. Con el propósito de servir como apoyo a otros profesionales del sector, la Fundación BBVA Fronteras del Conocimiento de las Artes ha entregado su I premio a este creador, dotado con 400.000 euros. La explicación de su éxito reside en la preocupación, no sólo por la estética, sino por la falta de recursos naturales que sufre hoy el Planeta.
El jurado vio en Holl un lenguaje propio y una identidad reconocible en todas sus obras. Satisfecho de haber ganado el premio, dio a conocer las razones por las que aboga por el medio ambiente en sus construcciones y rechaza el mero aspecto formal de sus creaciones. Los arquitectos, según Holl, deben afrontar tres retos a la hora de planificar sus creaciones. En primer lugar, el mundo está lo suficientemente privado para empezar a pensar en espacios públicos. Además, se deben tener en cuenta los limitados recursos naturales con los que cuenta el planeta. En último lugar, cabe destacar que el emplazamiento elegido para construir debe estar relacionado con algo que esté en la memoria del ciudadano, sostiene el estadounidense, para dotar al edificio de poesía e imaginación. El arquitecto habla con conocimiento y con 30 años de experiencia, periodo en el que ha dejado su huella en varios países del norte de Europa, Asía y Estados Unidos. Suyos son edificios emblemáticos como el Museo de Arte Contemporáneo Kiasma de Finlandia, realizado en 1998 y donde la luz cobra protagonismo; un Grupo Residencial en Makuhari, Japón, construido en 1995 o la nueva embajada suiza en Washington, alzada en el año 2006. Por el contrario, quizás su nombre suene desconocido para los españoles, y es que lo más cercano que ha construido fue el Museo de los Océanos en Biarritz, en el País Vasco francés. Los premios BBVA, equiparables a los Nobel El arquitecto Steven Holl ha sido galardonado por esta fundación en la categoría de Artes, pero ésta reconoce la investigación científica a nivel internacional. En total, la dotación económica alcanza los 3,2 millones de euros y, debido a la gran amplitud de disciplinas artísticas y científicas que abarcan, estos galardones podrían equipararse en importancia a los Nobel. Son ocho las categorías en las que se dividen estos premios, que cuentan con la colaboración del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC). La última categoría que se falló fue la de Ecología y Biología, premio entregado a los biólogos americanos Thomas E. Lovejoy y William F. Laurance por sus investigaciones sobre la selva tropical; Wallace S. Broecker recibió el Premio al Cambio Climático; el Laboratorio de Acción contra la Pobreza Abdul Latif Jameel del Instituto Tecnológico de Massachussets, el fallo de Cooperación al Desarrollo; el premio Biomedicina se entregó al investigador del cáncer Joan Massagué, el científico español en activo más citado del mundo; el de Tecnologías de la Información y la Comunicación, al ingeniero Jacob Ziv, uno de los creadores de la compresión de los archivos informáticos de datos, texto, imagen y vídeo presentes en todos los ordenadores personales; el de las Ciencias Básicas al ex aequo al español Ignacio Cirac y al austriaco Peter Zoller, los principales físicos teóricos en el área de la computación cuántica y el de Economía se entregó a uno de los impulsores en la aplicación de la Teoría de Juegos y la Teoría de la Información a la economía, Jean Tirole.