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BOLIVIA

La Constitución, "una revolución democrática y cultural"

Por Miguel MartorellTiempo de lectura2 min
Internacional28-01-2009

El presidente de Bolivia, Evo Morales, ha logrado sacar adelante la reforma de la Constitución del país, lo que derivará en nueva Carta Magna que él mismo ha definido como “una revolución democrática y cultural”. La aprobación de esta modificación constitucional supone la culminación de un proceso que comenzó con la llegada al poder de Morales en 2006.

“La refundación de Bolivia”. Eso es lo que pretende, o así al menos lo ha expresado el presidente del país, la nueva Constitución, que con el 60 por ciento de los votos ha sido aprobada en el país. Morales, líder sindicalista e indigenista, llegó al poder en 2006 con un proyecto revolucionario para Bolivia que parece consolidarse con este respaldo a la Carta Magna. El nuevo texto supone introducir grandes cambios en la organización institucional del Estado boliviano, toda vez que garantiza la presencia de indígenas -hasta hace tres años prácticamente olvidados en la política nacional- en la mayoría de órganos de poder del país andino. Su principal característica y uno de los motivos que ha provocado la rebelión de cuatro departamentos, encabezados por el de Santa Cruz, es la limitación de competencias de las regiones en la gestión de los recursos naturales. En la práctica, esto supone que las ricas fuente de petróleo y gas del occidente boliviano serán más controladas por el Gobierno central. Los departamentos autonomistas, agrupados en la llamada media luna, y que son sustancialmente más ricos que los otros cinco orientales no se oponen a la Constitución tanto por ese concepto novedoso que introduce el texto de “autonomía indigenista” o “pueblo originario”, sino, precisamente, porque verán limitados sus ingresos derivados del petróleo y el gas. Los analistas políticos parecen coincidir en que la nueva Constitución no cerrará la brecha abierta entre los departamentos pobres orientales y los ricos occidentales, que en 2008 aprobaron sus propios estatutos autonómicos, sino que, al contrario, ahondará en esa fractura y hará de Bolivia un país todavía más ingobernable. En cualquier caso, lo que sí parece indicar la aprobación de la Constitución es que pronto puede haber elecciones presidenciales en Bolivia, ya que se especula con la posibilidad de que Morales convoque elecciones anticipadas para afianzar su poder en el país y evitar esperar a los comicios en 2010.