CLASIFICACIÓN
China desbanca a Alemania como tercera potencia del mundo
Por Bárbara Arena2 min
Economía17-01-2009
China se ha metido en el podium de los más ricos y desbanca a Alemania como tercera potencia. A pesar de que la crisis también ha afectado a sus cuentas, China ha visto cómo sólo EE.UU. y Japón se mantienen por encima. Alemania se convierte en el tercer país europeo desbancado por el gigante asiático, que ya superó al Reino Unido y Francia en 2005.
Aunque falta una confirmación de los órganos internacionales, según los datos del Departamento Nacional de Estadísticas de Pekín, el PIB del país, que experimentó un crecimiento en 2007 del 13 por ciento, ha llegado ya a los 3,76 billones de dólares, superando así los 3,32 billones de dólares de Alemania. La primera potencia del continente europeo cuenta sin embargo con una población 16 veces menor y, a pesar de ser adelantada por China, continúa como el mayor país exportador del mundo. A pesar de que esta posición no siempre se traduce en una riqueza real de sus habitantes, ya que los más de 1.300 millones de ciudadanos chinos figuran entre los más pobres del planeta, es representativa del veloz avance que ha logrado el país en los últimos 30 años. No en vano el economista de Merrill Lynch Ting Lu declaró su convicción de que “en apenas tres o cuatro años China superará a Japón como la segunda economía del mundo”. Los analistas prevén, sin embargo, que el gigante asiático verá descender el ritmo en próximos meses. Ya a finales de 2008 su comercio padeció las consecuencias de la crisis, cuando el nivel de importaciones y exportaciones descendió notablemente, algo que no ocurría desde principios de la década. Durante el último trimestre del pasado año la economía china bajó de las dos cifras para situarse en un crecimiento del nueve por ciento. Las previsiones más pesimistas colocan el crecimiento para 2009 en un seis por ciento, cifra insuficiente para la creación de empleo. La complicada situación en que se encuentra EE.UU., país consumidor e importador, ha frenado notablemente sus operaciones en China, uno de sus principales proveedores. Como consecuencia, y para reactivar el mercado el Gobierno anunció el pasado noviembre una serie de medidas económicas por valor de más de 360.000 millones de euros con el fin de reforzar el consumo interno y alejarse de una base de crecimiento focalizada casi exclusivamente en la exportación. Las autoridades prometieron planes con el objetivo de ayudar a los exportadores con más problemas y a los fabricantes de vehículos y acero, que se han visto especialmente perjudicados.