RALLIES
Loeb pone el ¬broche de oro¬ a un año histórico con el título de marcas
Por LaSemana.es
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Deportes07-12-2008
Sebastien Loeb se ha consagrado esta temporada como el mejor piloto de la historia. Pero no se cansa de batir récords. En el Rally de Gales, prueba que cierra el curso cada año, el francés dio el título de marcas a Citroën y logró su primer triunfo en tierras británicas. Daniel Sordo fue tercero, por detrás de Jari Matti-Latvala, con quien Loeb mantuvo una emocionante pugna.
Jari-Matti Latvala, con permiso de la nieve, fue el gran protagonista de la primera etapa. El finlandés acabó como líder una jornada en la que se cancelaron dos tramos por el barro y el hielo. Loeb demostró desde el principio que no iba de paseo a Gales y fue el único que logró aguantar el ritmo del piloto de Ford. El galo era segundo, mientras que Dani Sordo, con más problemas, marchaba sexto. Las dos sorpresas del día corrieron a cargo de Per-Gunnar Andersson, que finalizó tercero con su Suzuki, y Sébastien Ogier, actual campeón júnior, que debutó a los mandos de un coche WRC, un Citroën C4, de la mejor manera: ganando el primer tramo que se disputó. Mikko Hirvonen, en tanto, volcó en el quinto tramo y, aunque volvió a la pista con la ayuda de las asistencias, lo hizo con cuatro minutos perdidos. Este accidente, daba prácticamente el título de marcas a Citroën, que quería culminar el año con otro doblete. Peor suerte corrió Chris Atkinson, que destrozó su Subaru en la penúltima especial del día. Por fortuna, ni él ni su copiloto sufrieron daños físicos. Valentino Rossi, una de las grandes atracciones de la prueba, acabó el día decimoctavo a los mandos de un Ford del equipo Stobart. En la segunda jornada, Latvala aguantó el acoso de los dos pilotos oficiales de Citroën, Sébastien Loeb y Dani Sordo, que ataron prácticamente el título de constructores. El finlandés, que tuvo que empujar su coche para no llegar tarde a la última especial del día por un atasco en Cardiff, supo mantener el tipo ante el gran rendimiento de los pilotos de la marca gala. Sólo 7,3 segundos le separaban de Loeb, que nunca había ganado la cita británica y veía la oportunidad de hacerlo por primera vez. El frío y los caminos embarrados o helados volvieron a dar muchos problemas a los pilotos. Ello benefició, entre otros, a Sordo, que fue remontando posiciones al ver cómo quienes le precedían iban cayendo. La suerte le dio la espalda a dos de los grandes protagonistas de la primera etapa, Sébastien Ogier y Mads Ostberg. El francés se salió de la pista y volcó a sólo dos kilómetros del final del noveno tramo por culpa del hielo, mientras que el noruego perdió posiciones al mismo ritmo que el motor de su Subaru privado perdía aceite y, además, se salió de la pista en la decimocuarta especial. También perdió posiciones Andersson, que acabó quinto. Hirvonen subió hasta el noveno puesto, mientras que Rossi era decimoquinto. La ambición de Loeb prevaleció en la etapa final y el galo añadió a su impresionante palmarés el rally de Gales con 12,7 segundos de ventaja sobre Latvala. La primera victoria de Loeb en la cita británica, undécima de la temporada -récord absoluto- y la número 48 de su carrera, tuvo suspense. El piloto francés, que ganó los cuatro tramos disputados, le sacó más de nueve segundos a Latvala en el penúltimo tramo, pero después fue penalizado con diez por adelantarse a la salida. Así, afrontó la última especial a 2,2 segundos del piloto de Ford. Y ahí dio el do de pecho, sacándole 4,9 segundos a su rival (luego, los comisarios le retiraron los diez de segundos de penalización). Citroën se llevó sin problemas el título de marcas, que las dos últimas temporadas había ido a las vitrinas de Ford, gracias también al tercer puesto de Sordo, que aguantó el empuje de quienes le seguían y concluye tercero el Mundial. Petter Solberg acabó cuarto a los mandos de un Subaru que parece recuperar la competitividad. Rossi siguió con su remontada y concluyó la prueba en la duodécima posición, con lo que no pudo cumplir sus objetivos de situarse entre los diez primeros. Mención especial merecen también el equipo Suzuki, que cuajó su mejor actuación de la temporada (Andersson fue quinto y Gardemeister séptimo), y Hirvonen, que se llevó el último punto en juego tras protagonizar una espectacular remontada después del vuelco del primer día.