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TERRORISMO

La primera víctima mortal tras dos años de ataques a la llamada ‘Y vasca’

Por Elena SagredoTiempo de lectura3 min
España04-12-2008

Desde que en el año 2003 la banda terrorista ETA amenazara y se opusiera a la construcción del Tren de Alta Velocidad (TAV) en el País Vasco, -proyecto conocido como la ‘Y vasca’- muchas han sido las coacciones y los atentados que se han producido contra diversas empresas que participan en la iniciativa. Sin embargo, la banda como siempre, optó de nuevo por el camino del terror asesinando a Ignacio Uría, socio de la empresa, tras oponerse firmemente a ceder ante los chantajes y las cartas de extorsión de los terroristas.

La mano política de los terroristas, Acción Nacionalista Vasca (ANV), no ha querido condenar el asesinato cometido por ETA ya que siempre ha sido contraria a la construcción del AVE en el País Vasco. Su extrema preocupación por la no contaminación medioambiental y la necesidad de crear un “proceso participativo” entre todos los vascos para cuidar y proteger el medioambiente, son, a su entender, elementos más que indiscutibles con los que defender su negación a condenar el asesinato. “Un proceso participativo” deseado y expresado por ANV, en donde cada vez se cuenta con menos voces, porque éstas han sido acalladas de forma violenta e injusta. De fondo a todo este rechazo, la negativa a una infraestructura que une el País Vasco con el resto de España. Conectar los principales núcleos de población vasca entre sí a través de un medio de transporte rápido, moderno y sostenible. Un medio que sea capaz de transportar mercancías y personas a la vez. Un medio que rompa con el aislamiento europeo producido por la diferencia del ancho de vía. Un medio rápido. Muy rápido. Y sobre todo, un medio que no contamine. El medio que reúne todas estas características no es otro que el Tren de Alta Velocidad (TAV) que quiere unir las tres capitales del País Vasco. Un medio que cumple con todos los requisitos, a excepción de uno. Por lo menos para distintas asociaciones y partidos políticos que ven esta construcción como un peligro real para la salud de todos sus ciudadanos y sobre todo para la salud ambiental de sus montañas y parajes. La banda terrorista, apelando siempre al origen vascuence, decidió en el año 2003 publicar un comunicado y difundir varios zutabes (boletín interno de la banda), en los que anunciaban su postura contraria a la estrategia del Gobierno Vasco de comunicar el País Vasco con los demás lugares. Si al principio optaron por atacar, chantajear y amenazar a las empresas que estuvieran relacionadas con el TAV, la organización terrorista decidió terminar con estas olas de chantajes y sabotajes al ver que no causaban eficacia entre los empresarios y manchó con sangre las vías de la empresa “Y” Vasca, asesinando a Ignacio Uría, un nacionalista vasco de 70 años. Una treintena de ataques Atrás quedan más de una treintena de ataques sufridos en la empresa en apenas dos años. Por lo que ellos entienden como la defensa de la voluntad del pueblo vasco y por evitar la desestructuración en la organización del país, ETA ha vuelto a matar en la localidad guipuzcoana de Azpeita. Una localidad gobernada por la mano política de los etarras, Acción Nacionalista Vasca (ANV). No obstante, la respuesta del Gobierno a este ataque de ETA al TAV si ha sido clara y contundente. Si Jose Luis Rodriguez Zapatero, presidente del Gobierno, afirmaba rotundamente que la obra se iba a seguir haciendo porque era fruto de la voluntad democrática, Mariano Rajoy, líder del Partido Popular (PP) manifestaba su rotunda negación a este nuevo asesinato de la banda y reclamaba unidad política para derrotar a ETA. Quién se manifestó también fue el lehendakari Juan Jose Ibarretxe , que apeló a su memoria para no olvidar jamás los atrocidades cometidas por la banda terrorista al pueblo vasco mientras que el líder del Partido Nacionalista Vasco (PNV) Ignacio Urkullu, expresaba la necesidad de que el pueblo vasco viva por fin en paz.