TOROS

Luis Francisco Esplá anuncia su retirada para 2009

Por Almudena Hernández1 min

Espectáculos04-12-2008

No es un torero para todos los gustos, pero ha sabido dejar poso. Tiene medio siglo de vida y su experiencia en los ruedos ronda los 35. En 1976, la plaza de Zaragoza acogió una de las fechas destacadas en su biografía profesional, pues el 23 de mayo recibía la alternativa de manos de Paco Camino y en presencia de Pedro Moya Niño de la Capea.

Ahora dice que se va. Y lo dice como siempre, con una sonrisa en la boca. Ha sido de los pocos toreros que ha sabido mostrar alegría ante la cara del toro y vencer con optimismo no pocas adversidades. En no pocas ocasiones defendió a capa y espada la independencia de los toreros. Y los despachos le castigaron por ello. Por su concepto del toreo y su forma de andar en la plaza ciertos sectores del público le han culpado de falta de seriedad. Pero Luis Francisco Esplá también tiene muchos seguidores que valoran su sabor añejo, sus saberes lidiadores y sus buenas faenas con los toros de las ganaderías más complicadas. Torero, artista y filósofo como pocos de su especie, comenta que se va porque su concepto del arte de Cúchares ya no está de moda. Aún así, apuesta por una temporada de despedida a lo grande, en plan figura aburguesada: de la mano de una de las familias de apoderados de mayor arraigo en el mundo taurino, la de los choperitas, que entre otros muchos proyectos gestionan la plaza de toros de Las Ventas. La razón, confiesa el torero, una despedida tranquila y sin sobresaltos. En esa plaza que ahora tienen los choperitas Luis Francisco Esplá fue uno de los protagonistas de la denominada corrida del siglo. Ocurrió en 1982, con un encierro de Victorino Martín. Tras caer el último de los toros que envió a la monumental el paleto de Galapagar, el ganadero, Esplá y sus dos compañeros de terna, Francisco Ruiz Miguel y José Luis Palomar, salieron en hombros. Luis Francisco se va, lo anuncia el maestro, pero la saga continúa. Su hijo Alejandro tomará en breve la alternativa. Las comparaciones son odiosas, los años pasan, Esplá no ha sido torero para todos los públicos pero, afortunadamente, la fiesta continúa.