MALOS TRATOS
Cualquiera puede ser víctima de la violencia en el hogar
Por Tamara Santos2 min
Sociedad04-11-2008
La violencia la pueden padecer diferentes perfiles de personas, independientemente de su sexo o edad. A pesar de que la mujer parezca ser la principal víctima de malos tratos, los niños, los ancianos y los hombres también sufren agresiones en el seno del hogar.
Estefanía, una niña de 7 años fue hallada muerta hace unos días como consecuencia de haber sufrido reiteradas violaciones y malos tratos. Como Estefanía, muchos otros niños sufren vejaciones y abusos por parte de alguien de su entorno, ya sea del núcleo familiar o social. El problema fundamental de la violencia a niños sigue siendo la de detectar el problema a tiempo. Un aspecto físico descuidado, un comportamiento aislado o una actitud pasiva en los estudios pueden ser síntomas de un problema familiar que puede derivar en el maltrato, por ello el entorno del niño tiene una función muy importante. Además, en la actualidad cada vez son más niños los que sufren acoso escolar por parte de sus propios compañeros. En este caso el problema procede de la educación y atención que han recibido los menoress en sus hogares, por ello la paternidad es una gran responsabilidad. Los maltratos a los ancianos van ligados a la sociedad en la que nos movemos, en la que apartamos aquello que pensamos que no nos sirve, siendo en este caso personas y no objetos. El abandono y la falta de cuidados son las dos causas más repetidas de malos tratos a este colectivo social. Los agresores suelen ser los encargados de cuidar a estas personas, normalmente se trata de gente que tiene que realizar muchas tareas en su vida cotidiana y ve una carga tener que ocuparse también de los más mayores. Al igual que en los niños, el estado de ánimo de los ancianos juega un papel muy importante para poder detectar un signo de agresión: depresión, bajas defensas. Sin embargo la dificultad es mayor, ya que muchos tienden a olvidar que han sido maltratados. Los hombres también sufren malos tratos, sin embargo, la sociedad que sigue educando en ciertos aspectos a hombres y mujeres de manera distinta. Este hecho da lugar a que el hombre sienta vergüenza de admitir que está siendo víctima de una agresión. En los últimos años han aumentado el número de denuncias y poco a poco la sociedad va comprendiendo que se trata de violencia a las personas y no al género.