ECONOMÍA
Los españoles se adaptan a la crisis económica como pueden
Por Esteban del Pozo
2 min
Sociedad29-10-2008
El comportamiento frente a la situación económica ha cambiado. Es una muestra de la situación que están viviendo las familias españolas por la crisis. Este cambio define a un nuevo consumidor, más consciente de la necesidad de ahorrar y que se decide por una compra más racional. Donde más se nota la variación es en los productos de consumo habitual y en las prioridades al escogerlos.
Según un estudio realizado por TNS WorldPanel, cada hogar español ha gastado 3.004 euros en lo que va de año en productos de gran consumo, lo que supone un 2,4 por ciento más que en 2007. El 49 por ciento de esa cantidad pertenece a la compra de alimentos frescos, un 39 por ciento a otro tipo de alimentos y bebidas y el resto a productos de droguería y perfumería. Esto no quiere decir que el mercado esté creciendo ya que estos datos se deben a que el precio de la mayoría de los bienes han subido. Así lo demuestra que el consumo por hogar se haya reducido un 2,5 por ciento en relación al mismo período (enero-septiembre) del pasado año. Por ejemplo, los alimentos frescos se adquieren con mayor frecuencia y en menores cantidades, se reduce la compra en el hogar de productos de droguería y se prescinde de algunos artículos de perfumería. Esto significa que los españoles empiezan a prescindir de los llamados productos de lujo porque con el sueldo y el encarecimiento de los precios sólo se pueden permitir adquirir los conocidos como bienes de primera necesidad. También se notan las artimañas de los ciudadanos españoles en la búsqueda del ahorro en el cambio de jerarquización en el momento de elegir sus productos. El dato más clarividente de la nueva situación es que el 23 por ciento de los consumidores afirma que el precio es lo más importante en sus decisiones de compra de gran consumo (20 por ciento en 2007) y un 58 por ciento asegura buscar productos en oferta (54 por ciento en 2007). Los números confirman también que las marcas de los distribuidores han ganado terreno en el último año. Así, mientras en 2007 representaban un 29 por ciento en valor del consumo de alimentación (sin frescos) y bebidas, este año el porcentaje se sitúa en el 32 por ciento.