COLOMBIA
Lizcano narra las penurias que sufrió durante su cautiverio
Por J. F. Lamata Molina
3 min
Internacional02-11-2008
El ex congresista Óscar Tulio Lizcano logró fugarse de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) –la banda narcoterrorista que domina amplias zonas del país– tras ocho años de secuestro. La semana pasada concedió una entrevista a una cadena colombiana en la que el primer comentario del periodista fue "bienvenido a la libertad, doctor". El doctor Lizcano confesó sus reflexiones sobre su cautiverio. "Sé que tras esto tendré problemas en el cerebro", reconoció.
Óscar Tulio Lizcano agradeció especialmente al desertor de las FARC que le ayudó a escapar y también al Gobierno. "Quiero agradecer la política nacional del señor presidente (Álvaro) Uribe, porque fue un papel importante para la liberación de mi hijo Juan Carlos", dijo ya en su primera rueda de prensa. "Deben de comprender mi incoherencia al hablar, por la falta de ejercicio de la palabra". Cuando un periodista le preguntó qué le había mantenido con vida, no dudó: "Mi señora, lo único que lamento es que se me quedaron en el campamento las poesías que le escribí..." Durante la entrevista en el programa de Edgar también dio las gracias al equipo médico: "Aquí en la clínica, fue el primer grupo humano que encontré. Han logrado cambiar mi situación física, con la atención y la droga que me han prestado. He podido acariciar a mi familia, he podido acariciar la libertad". El primer intento de fuga Una de las declaraciones más sorprendentes que hizo fue comentar que esta no fue la primera vez que se le presentó la oportunidad de escapar. Para empezar él reconoce su dificultad en tomar la decisión: "Nunca pensé en salir así, como me han liberado, porque me tenían muy vigilado y no sabía dónde estaba. Vi que me iba a morir. Sé que tengo problemas en el cerebro. Un médico me dijo que si llego a estar así dos meses más acabo con parálisis cerebral total". La primera oportunidad le llegó con un joven de las FARC que pagó caro su intento. En el campamento había un muchacho de 16 años, él jamás había mostrado simpatía por mí, se mostraba distante –así lo obligan las normas de las FARC– y un día, por la noche cuando todos dormían, yo le pregunté la hora y él me contestó: "Cano, cano, póngase las botas que le voy a sacar de aquí. El ejército está cerca". Quedé paralizado del susto. Pensé que a lo mejor era una trampa, yo le dije que no, me daba miedo. Luego me enteré por un mando que aquel muchacho fue descubierto por una patrulla intentando escapar y le fusilaron. Referencias a Ingrid En boca de todos estaba el caso de Ingrid Betancourt. El doctor Lizcano reconoció las diferencias en el rescate: "Aquí no hubo rescate militar, hubo una decisión unilateral del comandante Isaza que se conmovió de mi situación. De aquí saldré a llamarlo. Él tomó esa decisión porque tras ocho días sin comer le dio pena nuestra situación, comíamos peor que los osos de la zona. Si yo le hubiera fallado a él aún estaría ahí". Pero al igual que Clara Rojas y la ex candidata presidencial Ingrid Betancourt, el doctor Lizcano aseguró que dedicaría el resto de su vida a trabajar por los secuestrados: "Voy a trabajar con Ingrid y con Clara, el secuestro es algo infame. Si lo logramos nosotros, el resto lo puede lograr. Las FARC son una organización que ha causado mucho dolor y que durante 45 años ha combatido al Estado. Le pido al Estado que siga, porque esa gente se está pudriendo en la selva".