CUBA
Bloqueo, cuarenta años de drama cubano
Por J. F. Lamata Molina 4 min
Internacional21-09-2008
Revisar la historia del bloqueo, es revisar la historia de un intento norteamericano de ahogar un régimen que ha sabido rentabilizarlo. En palabras del joven ministro de Exteriores cubano, Felipe Pérez Roque, "el bloqueo desgarra, hiere y no deja de golpear en cada minuto a todos los cubanos".
Aunque legalmente el bloqueo a Cuba fue decretado por el presidente John F. Kennedy el 3 de febrero de 1962, para las autoridades cubanas la "guerra económica" (como la definen ellos) comenzó antes. Para muchos el primer paso se dio el mismo día del triunfo de la revolución el 1 de enero de 1959 con la llegada al poder de Fidel Castro y Urrutia (que luego sería borrado de las fotos) cuando todos los oligarcas del régimen de Batista huyeron para Miami llevándose los bolsillos llenos con los valores del Tesoro Nacional cubano, como publicó el propio The New York Times. Sobra decir que EE.UU. nunca extraditó a aquellos ni devolvió aquella cantidad. Según se ha publicado posteriormente, la Administración del presidente Eisenhower planteó el ahogo económico a la isla de Cuba antes de la proclamación del comunismo, que se produjo en abril de 1961, cuando Fidel Castro asumió todos los poderes y decretó la nacionalización de todas las empresas norteamericanas tras el fracaso de la invasión de Cuba. Los efectos prácticos del Bloqueo Tras su derrota en el intento de invasión de Bahía Cochinos, Kennedy decretó el Bloqueo "por el bien y la seguridad de América". "Si hacen un bloqueo engrandecerán nuestra patria, porque nuestra patria sabrá resistir", dijo entonces el dictador Castro. Era una medida dura, porque hasta entonces Cuba dependía económicamente de Estados Unidos. Concretamente, el 70 por ciento de su comercio iba a parar a EE.UU. En lo que respecta a la industria azucarera, Cuba vendía el 80 por ciento del azúcar que producía a los americanos. Además, toda la tecnología que había en Cuba era norteamericana. El bloqueo supuso un corte del suministro de petróleo, rechazo de créditos y la supresión la cuota azucarera y de níquel. Igualmente fue un rechazo a toda exportación cubana a EE.UU.: Langostas y productos del mar, tabaco... etc. El bloqueo incluye multas a cualquier banco que acepte hacer una transferencia de dólares a Cuba (como el caso de Unión de la Banca Suiza en 2005). Cuba está vetada del Fondo Monetario Internacional. Nadie puede exportar a Cuba un producto si tiene más de un 10 por ciento de componente americano. En un popular documental de hace dos años se narraba la paradoja de que Cuba no sólo no podía comprar aviones Boeing sino que ni siquiera los Airbus ya que, aunque estos son europeos, tienen parte de tecnología norteamericana. Además, mucho más doloroso que eso, es la imposibilidad de recibir turismo de EE.UU., por los beneficios que para la economía cubana podría suponer (un viaje a cuba por parte de norteamericano está penado desde con multas hasta con penas de prisión). Aquella situación llevó a Cuba a lanzarte a los brazos de la URSS, que llegó a situar misiles soviéticos en aquel país desatando el endurecimiento del bloqueo en la célebre crisis de los misiles. Perón y Torriceli El primer país de Latinoamérica que se atrevió a desafiar la postura norteamericana fue Argentina. Primero con el peronista Campos, pero sobretodo con el propio Perón a su regreso en 1973. Se concedieron créditos a Cuba que afectaron a las filiales de EE.UU. como Ford o General Motors. Perón amenazó con nacionalizarlos si no vendían a Cuba, siendo la primera y única vez que han llegado al país productos de origen norteamericano. Con la caída del comunismo mundial, Cuba perdió a todos sus países amigos. EE.UU. creyendo inminente la caída de Castro por el efecto dominó, promulgó la Ley para la Democracia de Cuba, más conocida como Ley Torricelli por el senador Robert Torricelli, que la redactó. Aquella ley ya no se hacía en base a la seguridad norteamericana sino en defensa de la instauración de la democracia en Cuba. Aquella ley impedía, de hecho, que pudiera repetirse la maniobra de Perón en 1973. Ante el sorprendente mantenimiento de la dictadura castrista, EE.UU. dictó otra nueva ley para mantener el bloqueo, la ley Helms-Burton (1996) con Bill Clinton de inquilino en la Casa Blanca, de nuevo una ley referida específicamente a Cuba. Las autoridades cubanas echan en cara que EE.UU. no tiene ningún problema en comerciar con países autoritarios como China o Arabia Saudí. Desde entonces han sido muchas las protestas contra el bloqueo. El propio Papa Juan Pablo II lo condenó en 1998 (con la misma fuerza con la que condenó la dictadura cubana) y la ONU lo condena anualmente (de la misma manera que condena el régimen de los Castro), pero como las condenas no pasan de ser recomendaciones, las ignoran unos y otros. Por lo que respecta a la dictadura cubana, nada de cambio serios, y sobre los americanos –con Obama y McCain en campaña– nada que les puede hacer perder votos, sobre todo dada la influencia del lobby de Miami en Florida.