Esta web contiene cookies. Al navegar acepta su uso conforme a la legislación vigente Más Información
Sorry, your browser does not support inline SVG

PRÍNCIPE DE ASTURIAS

Nadal, nuevo Príncipe de Asturias del Deporte

Por Álvaro HeraltaTiempo de lectura3 min
Deportes03-09-2008

El 2008 será, sin duda alguna, difícil de olvidar para Rafa Nadal. El tenista se ha convertido en el número uno de la ATP tras conquistar este año los torneos de Canadá, Queen¬s y Conde de Godó, los Masters Series de Hamburgo y Montecarlo y los Grand Slam de Ronald Garros y Wimbledon. Todo ello sin olvidar la medalla de oro que se colgó en los Juegos Olímpicos de Pekín. A todos estos triunfos tiene que añadir ahora uno más: el Premio Príncipe de Asturias, el cual recompensa su buena labor tanto dentro como fuera de las pistas.

Rafa Nadal se impuso en la votación final del Príncipe de Asturias tras derrotar a las candidaturas de la selección española de fútbol, a la de la rusa Yelena Isinbayeva, a la del jamaicano Usain Bolt y a la del norteamericano Michael Phelps. Precisamente, este último, fue el que mayor cara plató a Nadal para hacerse con el premio. El Tiburón de Baltimore alcanzó la ronda final de votaciones, en la que el jurado se decantó a favor del de Manacor con un abultado resultado de 19 a 6 convirtiendo así a éste, a sus 22 años, en el ganador más joven en la historia del título otorgado en el Principado de Asturias. El balear ve así recompensada una meteórica carrera en la que, pese a su juventud, ya se ha alzado con 31 trofeos, lo que le coloca entre los más grandes tenistas de la historia como Bjorn Borg o Boris Becker. Este gran palmarés lo ha engordado en un 2008 en el que sus buenos resultados le han llevado a encabezar la lista de la ATP. En el mes de junio igualó la gesta histórica de Borg de lograr cuatro Roland Garros de manera consecutiva después de derrotar en la final de París al suizo Roger Federer, considerado como el mejor de todos los tiempos, sin haber cedido ningún set en todo el torneo. En julio logró por primera vez hacerse con el campeonato de Wimbledon, el más prestigioso disputado sobre hierba, tras ganar nuevamente a Federer, que había levantado el trofeo los cinco años anteriores, convirtiéndose en el segundo español en conseguirlo tras Manolo Santana. Éste no fue el único récord que igualó con este triunfo, pues el mallorquín se puso también a la altura de Borg en 1980 y Rod Laver en 1962 y 1969, quienes en dichos años vencieron en la Copa de los Mosqueteros y la del All England Club. El tenista insular completó su leyenda de devorador de plusmarcas al ser el primer español en colgarse un oro en la modalidad masculina individual en unos Juegos Olímpicos en Pekín 2008, donde derrotó al chileno Fernando González en la final tras completar un brillante torneo. Pese a estos importantes logros, lo que llevó al jurado del Príncipe de Asturias a decantarse por él fue su lado más humano, el que se ve fuera de las pistas. Rafa Nadal nunca ha entrado en polémicas ni disputas con ningún jugador o árbitro del circuito ATP demostrando siempre unos impecables modales, lo que le han llevado a inculcar tanto a grandes como a pequeños los grandes valores del tenis. Al contrario que para otros jugadores, para Nadal lo más importante no es el dinero y, por ello, paga sus impuestos en España y no en ningún paraíso fiscal en el que pudiera sacar una mayor tajada de sus beneficios. Otro dato que corrobora este hecho es que desde que creara su propia fundación en febrero dedicada a ayudar a los más necesitados destina a ésta todo lo que gana en promociones. El pasado mes de julio el Observatorio Astronómico de Mallorca puso su nombre a un asteroide, demostrando así que su figura brilla tanto dentro como fuera de los terrenos de juego.