BALONCESTO
Lakers: una temporada casi perfecta
Por Álvaro Díaz
3 min
Deportes18-06-2008
La recalada de Pau Gasol a Los Angeles Lakers y el gran estado de forma del MVP de la temporada regular y estrella del equipo, Kobe Bryant, hacían soñar a los de Phil Jackson con el anillo. Sin embargo, en la final de la NBA, los Celtics de Boston barrieron a unos angelinos que estuvieron a la altura de la cita de lo que habían mostrado anteriormente.
El conjunto de oro y púrpura se enfrentó en la final de la NBA a los Celtics de Boston, con el objetivo de redondear un año casi perfecto con su título número 15, lo que supondría ponerse a un solo laurel de los Celtics, que presumen de ser el equipo con más campeonatos en la historia de la NBA. Sin embargo, las aspiraciones del equipo angelino acabaron desvaneciéndose ante su falta de agresividad. Ni Kobe, ni Gasol ni Lamar Odom estuvieron al nivel exigible y los Boston Celtics arrasaron en el sexto partido de la finaly obtuvieron su décimo séptimo anillo de campeón. La culpa de la derrota no fue solo de los compañeros de Gasol. Phil Jackson, considerado el mejor técnico de todos los tiempos, ha completado las peores finales de su currículum: su empecinamiento en poner el segundo quinteto a la vez en cancha cada dos por tres lo ha pagado duramente. Le funcionó en un partido contra San Antonio, pero no ha sido un acierto contra los Celtics. Su equipo, además, ha fracasado en la circulación ofensiva del balón, chocando en demasiadas ocasiones contra la defensa de los Celtics, la mejor del campeonato. Los Lakers comenzaron la temporada regular con una victoria frente los Suns de Phoenix. Con Kobe Bryant ausente por lesión, Lamar Odom se convirtió en el jugador clave en el ataque de su equipo y en el máximo anotador. Además, el pívot Andrew Bynum, daba síntomas de convertirse en un gran dominador de la pintura. El buen juego pronto llevó a los angelinos a colocarse líderes del Oeste. Sin embargo, la lesión de Andrew Bynum y el hecho de que los Lakers delegasen demasiada responsabilidad en Kobe Bryant, que no siempre respondió, provocaron que el rival sólo tuviese que controlar a Kobe para frenar el juego de los angelinos. Ello pesó en el equipo de Phil Jackson que acabó pasando al puesto sexto de la Conferencia Oeste tras perder cuatro de los cinco últimos partidos que jugó entonces. Entonces, llegó el fichaje más mediático de la temporada. La llegada de Pau Gasol en el mercado de invierno aportó una clara mejora en el juego interior del equipo. Además, el fichaje repercutió en el ánimo del equipo y los Lakers se mostraron como un equipo mucho más competitivo, lo que les ayudó a conseguir el mejor récord del Oeste al final de la temporada relgular. Pero el equipo no sólo agradeció la llegada de Gasol en números globales. Sus principales referentes también mejoraron sus prestaciones: Kobe Bryant, cerebro y líder del equipo, subió sus porcentajes de tiro (del 45 al 48 por ciento) y su media de asistencias (de 4,3 a 4,8 pases de canasta por encuentro), mientras que Lamar Odom, un jugador importantísimo para los Lakers, en especial por su presencia reboteadora, se vio liberado de muchas responsabilidades y presentó igualmente mejores números en ataque (pasó de un 49 hasta un 59 por ciento en porcentajes de tiro). Con el ala-pívot español como referencia en la zona, el ataque angelino se abrió más, los exteriores adquirieron más protagonismo y todos tocaban el balón en las acciones de ataque. Además, Pau aportó una calidad que le permite tanto sorprender con un tiro o pase según necesite. Con la llegada del de Sant Boi, a los rivales ya no les basta únicamente con neutralizar a Kobe para detener a los Lakers. Gasol y Bryant se convirtieron en una pareja temida, que, junto a Lamar Odom, formaron la columna vertebral del equipo. Ese triángulo ofensivo, con la colaboración de unos motivados Derek Fisher, Sasha Vujacic, Vladimir Radmanovic y Ronny Turiaf, llevó a los Lakers a convertirse en el mejor equipo de la Conferencia Oeste al final de la temporada regular. Posteriormente llegaría la derrota de los Lakers en la final de la NBA frente a los Celtics de Boston, en la que los angelinos lastraron sus mayores carencias en el banquillo, el principal aspecto que quieren mejorar en verano. Al margen de lo ocurrido en las finales, este ha sido el año de Kobe Bryant, quien por primera vez en su brillante carrera como profesional recibió el nombramiento de Jugador Más Valioso (MVP) de la liga regular, tras superar en las votaciones a Chris Paul, LeBron James y Kevin Garnett.