XVI CONGRESO
Aznar pide no avergonzarse y da sólo un "apoyo responsable"
Por Alejandro Requeijo
2 min
España21-06-2008
El saludo entre ambos al inicio del Congreso fue toda una premonición. Aznar avanzaba en dirección a Rajoy e iba saludando y fundiéndose en abrazos y caricias de manera efusiva con todos los que se cruzaba. Sin embargo, al llegar a la altura del que un día designó como su sucesor, el ex presidente del Gobierno apenas esbozó un “qué tal Mariano” casi sin mirarle.
Ya en el atril Aznar puso palabras a ese gesto y a esa relación “buena pero no intensa” tal y como reconoció el propio Rajoy recientemente en una entrevista de radio. De todos los adjetivos que tenía para escoger, Aznar uso el término “responsable” para matizar el tipo de apoyo que pide para Rajoy de cara a los próximos cuatro años. Si bien el presidente de honor del partido nunca se ha pronunciado de manera directa sobre la crisis popular, su intervención durante el Congreso supuso una llamada al objetivo común de la formación, pero sin obviar matices a muchas de las cosas que se han dicho en los últimos meses. Un ejemplo es el interés que mostró reivindicar la bandera del centro que él se encargó de enarbolar antes y después de llegar a la Moncloa. Así entre los habituales elogios a su gestión presentes en todos discursos de Aznar en citas como esta, el ex presidente hizo una llamada clara a no cambiar nada de lo realizado durante los últimos años. “Han querido que nos avergonzáramos. ¿De qué?”, se preguntaba varias veces en su discurso. Estas palabras suponían una llamada a los militantes presentes en el Salón de Actos que rompían a aplaudir las palabras de Aznar. "No tenemos que avergonzarnos de nada, Al contrario”, insistía, al tiempo que explicaba que en caso de haberse avergonzado “hoy estaríamos echando el cierre al Partido Popular". Aznar apenas citó a Rajoy en su discurso. A quien si citó en cambio fue a personas que ya no estarán junto a él en la nueva etapa que inicia ahora el Partido Popular como son Ángel Acebes, María San Gil y Ortega Lara. Según dijo, sin estas personas, el PP "ni habría sobrevivido ni sería lo que es”. Pero pese a los tirones de oreja, Aznar quiso terminar su discurso dando su respaldo a Rajoy y pidiendo para el un “apoyo responsable” en su tarea de dirigir al partido. Un reclamo para lo que casi tuvo que justificarse con unas palabras que sonaron a disculpa: "si no lo hiciera traicionaría toda mi vida política y no sería fiel a mí mismo”. Fiel a si mismo fue también Mayor Oreja, otra de las personas que –aunque no públicamente- se han mostrado muy críticas con la deriva que puede tomar el partido si Rajoy emprende los cambios que dice pretender. Así, aprovechó sus dosis de protagonismo en el Congreso para reivindicar también la figura de María San Gil a la que, por cierto, Rajoy no nombró en ninguna de sus intervenciones.