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XVI CONGRESO

Rajoy se deshace del pasado e inicia una nueva etapa con su equipo propio

Fotografía
Por I.Sánchez / A.Requeijo Tiempo de lectura3 min
España22-06-2008

“No quiero que nadie vote al PSOE para que no gane el PP”. Con esta frase, todo un diagnóstico de lo que han sido sus dos derrotas electorales frente a Zapatero, Mariano Rajoy inició su nueva etapa al frente del PP con un respaldo del 78,8 por ciento de la formación. Lo hace con un equipo nuevo hecho a su medida, enterrando el pasado y tras varios meses de críticas y debate interno que no desaparecen pese al cierre de filas de Valencia.

“Soy presidente porque habéis querido. Gracias”. Así recibió Rajoy su designación como presidente del PP tras el XVI Congreso Nacional del los populares celebrado en Valencia. Tras varios meses de rumores y conjeturas, amagos de candidaturas alternativas y hasta abandonos de importantes dirigentes del partido, al final, Rajoy volverá a ser el presidente del PP, al menos hasta el próximo Congreso. No obstante, su elección ha sido con el apoyo más bajo desde la refundación del PP en 1990. Su candidatura fue la única presentada. Se emitieron en total 2.643 votos del Consejo Ejecutivo Nacional, de los que 2.187 secundaron la presidencia de Rajoy, es decir, un 78,8 por ciento. Los restantes fueron 47 nulos y 149 en blanco y abstenciones, lo que supone hasta un 21 por ciento de compromisarios acreditados que negaron su respaldo a la candidatura del reelegido. En 2004, el propio Rajoy obtuvo casi el total, un 98,37 por ciento. Ese más de un 20 por ciento que no ha apoyado a Rajoy es forma parte de la alargada crisis interna que ha azotado al partido desde la derrota del 9-M y que amenaza con no desaparecer a pesar de la reelección de Rajoy. Una de las dirigentes que ha encabezado y protagonizado las maniobras del sector crítico es la presidenta de la Comunidad de Madrid, Esperanza Aguirre, quien ya se ha definido a si misma como “el verso suelto del PP”. Pese a que el líder sea el mismo, muchas cosas salen renovadas en el nuevo PP de Rajoy. Para empezar su equipo en el que hay sonadas altas y bajas. Estará liderado por primera vez por una mujer, en este caso, la líder popular manchega, María Dolores de Cospedal, quien ocupará la Secretaria General en sustitución de Ángel Acebes. Junto a ella trabajarán a Javier Arenas, Ana Mato y Esteban González Pons como vicesecretarios. Además, la Ejecutiva Nacional estará formada por Federico Trillo en lugar de Ignacio Astarloa, el alcalde de Madrid, Alberto Ruiz-Gallardón; la concejala por Madrid Ana Botella; la presidenta de la Asamblea, Elvira Rodríguez, y los consejeros Alfredo Prada, Lucía Figar, Manuel Lamela y Juan José Güemes forman parte de los elegidos de Rajoy. Además de este órgano de dirección sale Ignacio González, mano derecha de Aguirre y en cambio entra Manuel Cobo, número dos de Ruiz-Gallardón. LOS PRINCIPIOS INTACTOS Rajoy intervino en numerosas ocasiones durante el Congreso en defensa de su candidatura, única pese a los rumores previos, y, precisamente en relación con la crisis abierta. Advirtió durante ellas que sus principios quedarán intactos y “no cambiarán una coma” porque significaría “cambiar de partido, de militantes y de electores”. No obstante admitió que si se cambiarán los métodos y las formas. De alguna forma justificó su nueva presentación porque los militantes se lo pidieron, porque cree estar en condiciones de garantizar la unidad de la formación “un valor esencial que hay que defender” y porque cree firmemente que el PP ganará las próximas elecciones generales. “Haremos las mismas cosas”, dijo, “pero mejor”. Añadió también palabras de autocrítica, cuando destacó que no fueron “capaces de convencer a todos los ciudadanos que debíamos haber convencido”, y no olvidó comentar el ya conocido “giro al centro” que pretende definir la estrategia del nuevo equipo de dirección. “Nosotros no arrastramos doctrinas ni orejeras. Huimos de cualquier radicalismo. Y entendemos la acción política desde la moderación, el diálogo y la convivencia”. Cuando supo el resultado que le otorgaba la nueva victoria, sólo tuvo palabras de agradecimiento y de esperanza. Además de pedir apoyo para todos los que forman parte de la nueva dirección, advirtió que “esto no es una mera cuestión de nombres. Este partido, lo dirija quien lo dirija, debe dar ejemplo de solidez y de coherencia”, recordó la labor de los dirigentes del País Vasco y a anteriores cargos como el de Ángel Acebes como secretario general, del que afirmó ser “una de las pocas personas que merecen más reconocimiento y aplauso. Por último, dio gracias a todos los que le apoyaron y aseguró que sin ellos no hubiera sido posible y que, por tanto, lo olvidaría “nunca”.