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ORIENTE PRÓXIMO

60 años de Israel, 60 años de guerra

Por LaSemana.esTiempo de lectura4 min
Internacional18-05-2008

David Ben Gurión proclabama, el 14 de mayo de 1948, el Estado de Israel a escasas horas del final oficial del protectorado británico en la región. Un hito histórico que estaba destinado a otorgar a los israelíes un estado propio por primera vez en más de 1.500 años y que se hizo posible gracias a la solución de dos estados impulsda por Naciones Unidas que los judíos aceptaron con júbilo.

Sin embargo, pocas horas después de la declaración de Ben Gurión, Egipto, Siria, Jordania, Iraq y Líbano invadían Israel dando paso a lo que entre los hebreos se conoce como la Guerra de la Independencia. Fue un conflicto improvisado, en el que el ni siquiera al comienzo de éste Israel contaba con un Ejército oficial. Fue tarea de Ben Gurión el reunir todas las antiguas milicias antiárabes y antibritánicas, principalmente la Haganá y el Irgún, bajo un mando único que pasaría a ser el Ejército israelí. Con un armamento precario y tácticas inusuales, Israel venció sorpresivamente a los estados árabes y consiguió aumentar el territorio que Naciones Unidas le había reconocido en casi un 50 por ciento. La guerra se saldó en menos de un año con un balance muy diferente para ambas comunidades. Los israelíes celebraban su independencia final y el establecimiento de un Ejército regular y de un aparato estatal más o menos consolidado. Así, Israel aprobó poco después una ley especial que otorgaba la nacionalidad y el derecho de emigrar al país a cualquier judío residente en cualquier parte del mundo. Enfrente, los palestinos habían visto cómo su territorio se veía reducido a la Franja de Gaza, que sería administrada por Egipto, y a Cisjordania, anexionada por Transjordania (hoy Jordania). Pero lo peor fue el surgimiento de 700.000 refugiados árabes que continúa aún hoy siendo uno de los principales problemas del conflicto. Pese al armisticio firmado por todos los contendientes tras la Primera Guerra Árabe-Israelí, las partes seguirían en constante tensión durante décadas. En 1956, poco tiempo después de la llegada de Nasser al poder, Egipto nacionalizó el Canal de Suez y decidió bloquear el abastecimiento por mar de cualquier buque destinado al aprovisionamiento del Estado hebreo. La iniciativa egipcia dio paso a la Segunda Guerra Árabe-Israelí, en la que Israel mostró que su Ejército era infinitamente más poderoso que el egipcio a esas alturas de la contienda, y se anexionó Gaza y parte de la Península del Sinaí. Además, el Canal de Suez volvió a ser administrado por Reino Unido, consiguiéndose el reabastecimiento por mar de Israel. Pese a que la guerra del 56 probó la superioridad militar israelí en la región, en 1967, tres años después de la creación de la Organización para la Liberación de Palestina (OLP) los vientos de guerra volvían a Oriente Próximo. La situación de Israel con Egipto en la frontera se deterioraba y mientras Nasser movilizaba al Ejército alrededor del Sinaí y pedía a los efectivos de Naciones Unidas que abandonaran sus posiciones de contención, la Fuerza Aérea Israelí lanzó un ataque preventivo contra sus vecinos egipcios, sirios y jordanos. Como resultado, Israel destruyó la mayoría de la aviación enemiga en tierra y logró anexionarse la totalidad del Sinaí, los Altos del Golán sirios y Cisjordania. La breve contienda pasó a la Historia como la Guerra de los Seis Días. Egipto y Siria, humilladas por Israel en el 67, planearon seis años más tarde una sorpresiva invasión para recuperar los territorios perdidos en uno de los días más santos del calendario judío, el Día de la Expiación o Yom Kippur, que bautizaría el conflicto. Pese a las numerosas bajas sufridas, Israel volvió a obtener una victoria militar sobre sus enemigos que quizás ha sido la más significativa de la historia moderna del Estado, ya que tras ella Egipto cambió radicalmente su política hacia Israel reconociendo finalmente al país hebreo en 1979. Tres años después de que Israel pudiese despreocuparse de una de sus fronteras más conflictivas, el Ejército invadió Líbano para limpiar de campos de entrenamiento de la OLP el sur del país, desde donde se planeaban y efectuaban numerosos ataques contra Galilea. Esta primera intervención en Líbano fue bastante similar a la de 2006, cuando el Ejército israelí volvió a invadir el sur del país de los cedros para expulsar a los milicianos de Hezbolá que atacaban con cohetes las localidades israelíes próximas. Ambas operaciones resultaron dos nuevas victorias para el Ejército israelí. Durante los años noventa, tras la Primera Intifada, la solución al conflicto estuvo más cerca que nunca de la mano de los líderes Isaac Rabin y Yasir Arafat. No obstante, el asesinato del primer ministro israelí por parte de un radical hebreo, la proclamación de la Segunda Intifada en el año 2000 y la victoria electoral de la derecha israelí, con Ariel Sharon a la cabeza, terminaron por truncar la esperanzas de paz en la región. Como resultado del endurecimiento de las políticas de la derecha israelí contra los palestinos, las posiciones radicales palestinas como la de Hamas cobraron fuerza, produciendo un estancamiento aún mayor de la situación que llega hasta hoy.