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SUBDESARROLLO

El hambre, una plaga que afecta a cien millones de personas

Fotografía
Por María Reyes RomeroTiempo de lectura2 min
Sociedad25-04-2008

Cien millones de personas tienen dificultades para comer. Estas cifras, desveladas por la ONU en su último informe, han situado al Programa mundial de alimentos (PMA), en el mayor desafío al que se enfrenta en los 45 años de su existencia.

La carestía de alimentos es desde hace tiempo un hecho en los países más subdesarrollados, sin embargo y a pesar de todos los programas creados con el fin de reducirla, va en aumento avanzando y afectando cada vez a más gente. “Las reservas en muchos países se encuentran al nivel más bajo de los últimos 30 años, en algunos casos de los últimos 60 años”, ha explicado el responsable del Programa mundial de alimentos Josette Sheeran Las causas de este crecimiento de las cifras son muchas y muy variadas, aunque el alza del precio del petróleo y el correspondiente aumento de precio de otros muchos productos es la más evidente, aunque también tiene mucho que ver el cambio climático y las inundaciones y sequías que éste supone y que tanto afecta a la agricultura, base de estos países. Esto sumado al aumento de población y la creciente demanda de ciertos productos por parte de países desarrollados, ha hecho que el hambre se extienda rápidamente, como ha explicado el director regional de la Organización para la Agricultura y Alimentación (FAO), José Graziano da Silva. “En el mundo se consume más de lo que se produce”, ha añadido Sheeran y es que debido a todos estos factores no sólo se ha reducido la cantidad de alimentos, sino que ha aumentado su precio y el PMA proporciona un cuarenta por ciento menos de ayuda con las mismas contribuciones con las que contaba el año pasado. Pero según el responsable de dicha agencia de la ONU, la inseguridad alimentaria no sólo trae como consecuencias el hambre, sino que “supone una amenaza para la paz y la seguridad”. Claro ejemplo de la reacción con motivo de este malestar social, han sido los recientes disturbios generados en Egipto, Camerún, Senegal, Etiopía, Madagascar, Costa de Marfil, Filipinas, Burkina Faso, Indonesia y Haití, donde el resultado han sido cinco muertos y la caída del Gobierno. La solución es difícil. El presidente de la FAO, Jacques Diouf, ha alentado a los dirigentes políticos del mundo para que actúen rápidamente con el objetivo de frenar esa situación, sobre todo intentando reducir de nuevo el precio de alimentos de primera necesidad como los cereales. Por su parte, la ONU, a través del PMA, ha pedido 500 millones de dólares a la comunidad internacional para poder mantener sus proyectos en alrededor de 80 países para los cuales habían sido destinados 2.900 millones que se han quedado cortos debido al aumento de intensidad del problema.