DEBATE DE INVESTIDURA
Zapatero y Rajoy se proponen una legislatura con grandes pactos de Estado
Por Raquel Rodrigo5 min
España11-04-2008
José Luis Rodríguez Zapatero no logró la mayoría absoluta para ser investido presidente del Gobierno en primera vuelta. Obtuvo 168 votos de su partido, 158 votos en contra y 23 abstenciones, por lo que tuvo que esperar a una segunda vuelta. Antes de eso él y el líder de la oposición, Mariano Rajoy, se tendieron mutuamente la mano al “consenso” y a “rectificar errores” durante la próxima legislatura en su primer cara a cara en el Congreso.
El debate mantenido entre Zapatero y el líder del PP, Mariano Rajoy, hizo gala de las mismas diferencias de siempre, pero con algunos matices que hacen pensar en un clima diferente para esta legislatura, en el que se dejan las puertas abiertas y puede que se llegue a algunos pactos imposibles de conseguir hasta ahora. Rajoy mostró su desconfianza en la palabra de Zapatero a la hora de hablar de pactos, y dio su voto en contra, pero afirmó estar abierto al diálogo. Los acuerdos propuestos son de cuatro tipos: política antiterrorista, justicia, financiación autonómica y política exterior. Ante la declaración de Rajoy afirmando que “he cometido muchos errores, quizá más que usted”, Zapatero respondió que “yo estoy dispuesto a rectificar los errores”. Y parece que va en serio. El presidente, que hasta hace muy poco negaba que hubiera dudas en cuanto a economía, fue “realista” y reconoció que a España le esperan dos años de “desaceleración”. Rajoy le crítico ampliamente por haber derogado el trasvase del Ebro sin lograr resolver el problema del agua y Zapatero garantizó que en 2012, gracias a las desaladoras y las obras del Plan AGUA, estarán resueltos todos los problemas derivados de la sequía. Ambos políticos chocaron de nuevo con el tema de terrorismo. Zapatero afirmó que ETA “sólo tiene un destino: poner fin a su barbarie criminal definitiva e incondicionalmente”, y ahora, solo cabe “una estrategia compartida por todos los grupos de la Cámara, insisto, de todos”. Rajoy le respondió que “Los pactos de Estado deben ser acuerdos entre ustedes y nosotros, en todo caso. Y, si después se suman otros, mejor”. El líder “popular” quiso dejar claro que entre los dos, suman el 92% de los votos. No logró convencer con su discurso a los desconfiados, ni con las réplicas ni en el debate. Los partidos quieren menos promesas y más resultados, para no repetir los fallos de la pasada legislatura. La portavoz de Unión, Progreso y Democracia (UPyD), Rosa Díez anunció su voto negativo, centrado en las carencias pasadas en temas como la lucha antiterrorista y la igualdad entre las comunidades. “UPyD defiende que la nación española es el único instrumento para mantener igualdad. Y esa igualdad se ha empezado a romper”, aseguró Díez. El debate transcurrió en un tono cordial por parte de ambos, en el que Zapatero recalcaba la posición del PSOE en estos temas con el uso reiterado de la fórmula “como usted bien sabe”. Para finalizar, quiso lanzar un claro mensaje a su ex compañera: “¿Sabe dónde aprendí a respetar a todas las formaciones políticas? En el Partido Socialista Obrero Español”. El portavoz de Esquerra Republicana de Catalunya (ERC) en el Congreso, Joan Ridao, explicaba su voto en contra afirmando que Rodríguez Zapatero ha preferido mantenerles “en un rincón”, hecho que lamenta, y que ha provocado que votaran en contra en lugar de abstenerse. Aseguró en declaraciones posteriores, que en el debate” no hubo ningún gesto hacia ERC ni ninguna concreción a cerca de algunas cuestiones” que le plantearon sobre “financiación, infraestructura y agua”. Quiso dejar claro, que la visión de Zapatero de España “no gusta” en ERC, ya que consideran que se ha dado un paso de la España plural a “cierto retorno al pasado en el que el PSOE no descarta pactar con el PP” asuntos como “el futuro modelo de financiación autonómica”. ELEGIDO CON MAYORÍA SIMPLE Necesitaba 176 votos en el Congreso para ser elegido por mayoría absoluta, pero solo obtuvo 168, y todos de su partido, a falta de la diputada Trujillo, que estaba ausente. El Partido Popular, Ezquerra Republicana de Catalunya y Unión, Progreso y Democracia votaron en contra con 158 votos y se produjeron 23 abstenciones, que correspondían a los partidos nacionalistas catalanes, vascos, gallegos, canarios y navarros, y a los comunistas Izquierda Unida (IU). Para el PSOE, este resultado no ha sido una sorpresa. Su secretario general, José Blanco, advirtió días antes del debate de que la ronda de negociaciones no buscaba el apoyo en la investidura de Zapatero, sino el apoyo de las formaciones políticas durante toda la legislatura, y en eso se centró su discurso que además de proponer medidas para frenar la crisis económica, tuvo como pilar principal la búsqueda del diálogo y la colaboración con todos los partidos, en especial el PP, el mayor partido de la oposición. Por imperativo constitucional tienen que pasar al menos 48 horas entre una votación y otra, y dos días más tarde, Zapatero era elegido presidente por mayoría simple, con los 169 votos de su partido y los mismos en contra y abstenciones que en la anterior votación. Anunció que en esta legislatura su pauta será el diálogo, y no descartó entre los “muchos escenarios de encuentro posibles” “cauces de colaboración estables y predecibles” con otros partidos. En este segundo encuentro, Rajoy se mostró de nuevo favorable a buscar acuerdos, afirmando que “no sólo dispuestos, pedimos que se hagan. En terrorismo, para derrotar a ETA; en modelo de Estado, en el Pacto de Toledo, en política exterior, seguridad y presidencia española (de la UE), y en Justicia. En estos temas, al menos, el acuerdo es una necesidad nacional y yo trabajaré para dar respuesta a esa necesidad”. La mayoría simple no le viene mal al reelegido presidente, ya que ahora no tiene necesidad de pactar con los partidos nacionalistas, que tantos problemas le dieron en la pasada legislatura. La necesidad de una segunda vuelta tiene solo un precedente, y no es comparable: cuando en 1981 Leopoldo Calvo Sotelo sustituía a Adolfo Suárez. No consiguió la mayoría absoluta en primera vuelta, y se convocó la segunda para el día 23 de febrero. Esta sesión fue interrumpida por el intento de golpe de Estado de Antonio Tejero. Tras este fracaso, el 25 de febrero se reanudó el debate y Calvo Sotelo logró la mayoría absoluta.