TRIBUNAL CONSTITUCIONAL
Los progresistas aseguran su mayoría en el TC al aprobar la enmienda Casas
Por Alejandro Requeijo3 min
España09-04-2008
Los magistrados progresistas del Tribunal Constitucional (TC) han ganado la batalla a los conservadores. El pleno de la máxima instancia judicial española rechazó el recurso de inconstitucionalidad presentado por el PP contra la reforma de la Ley Orgánica del Tribunal Constitucional (LOCT) que prolonga el mandato de la presidenta de esta institución, María Emilia Casas. Dicho de otro modo, los jueces progresistas se aseguran la mayoría de cara a votaciones claves sobre algunas de las medidas aprobadas por el Gobierno socialista.
En la actualidad, el Tribunal Constitucional está formado por doce magistrados: seis de carácter progresista y otros seis conservadores. No obstante, en caso de empate a la hora decidir sobre algún recurso, la presidenta tiene voto de calidad que vale doble. Esta es la progresista María Emilia Casas, cuyo mandato debería haber concluida ya. Sin embargo, Casas seguirá al frente de la institución gracias a la aprobación de la LOCT que, entre otras cosas, establece una prolongación de la Presidencia y la Vicepresidencia. Por ello Casas participará en decisiones de importante calado político como los recursos de inconstitucionalidad presentados por el PP contra medidas clave del Gobierno socialista como la ley de matrimonios homosexuales, la reforma que modifica la mayoría necesaria para los nombramiento de la cúpula judicial por el CGPJ, o la ley integral de violencia de género en lo que afecta a la imposición de penas más altas por razón de sexo. La cosa cambia en el recurso más importante de los presentados por el PP: el que se refiere a la inconstitucionalidad del Estatuto catalán. En este caso, Casas no podrá hacer uso de su voto de calidad debido a que en este debate ha sido recusado un magistrado de corte progresista Pablo Pérez Tremps y ya no hay posibilidad de empate entre ambos bloques. El camino que ha recorrido el Tribunal Constitucional hasta aprobar de manera definitiva la reforma de su Ley Orgánica no ha sido fácil y ha estado llena de obstáculos, lo que evidencia lo mucho que había en juego. El penúltimo capítulo tuvo lugar el pasado 13 de marzo cuando el propio pleno del TC apartó a los magistrados conservadores Roberto García-Calvo y Jorge Rodríguez-Zapata, del debate sobre la reforma de la LOCT a instancias de las recusaciones presentadas por el Gobierno contra estas dos personas. Se trata de la primera vez en la historia que el Gobierno plantea una recusación contra un magistrado del Tribunal Constitucional. Con esto lo que logró el Ejecutivo de José Luis Rodríguez Zapatero fue que dos jueces afines a las tesis del PP quedasen apartados de la decisión sobre el recurso de inconstitucionalidad que los populares presentaron contra la LOCT, lo que al final ha resultado determinante. Las razones que esgrimió el Gobierno, a través de la Abogacía del Estado, fueron que ambos magistrados se encontraban contaminados para decidir sobre este asunto después de que en junio del año pasado firmasen un escrito en el que manifestaban su "más profunda discrepancia" con la LOCT. Concretamente, se mostraban especialmente críticos con la norma de prorrogar automáticamente el mandato de la presidenta, al tiempo que pidieron su dimisión. Para contrarrestar las recusaciones del Gobierno, el PP hizo lo propio con tres magistrados –el número necesario para asegurarse ellos la mayoría en el seno del TC- Manuel Aragón, Pascual Sala y Pablo Pérez Tremps. En este caso los populares emplearon como argumento que estos también se habían pronunciado sobre la reforma de la LOTC, pero a favor. Sin embargo, estas tres recusaciones finalmente no fueron aceptadas ya que el PP se basó en una información periodística falsa. Por todo ello, el resultado final de la votación fue de cinco a tres a favor de los progresistas. María Emilia Casas y el vicepresidente, Guillermo Jiménez, no participaron al entender que la medida les afectaba de manera directa.