TOROS
Liria, Manzanares y Ventura, triunfadores de la Feria de Abril
Por Almudena Hernández2 min
Espectáculos13-04-2008
Acudía a Sevilla para despedirse. El torero murciano Pepín Liria dice adiós a los ruedos esta temporada, por lo que la recién terminada Feria de Abril ha sido la última de su carrera profesional. Y no pudo dejar mejor recuerdo. Cortó una oreja a un toro de Victorno Martín tras una emocionante actuación el pasado 3 de abril.
Manuel Jesús El Cid y Antonio Ferrera también pusieron la carne en el asador con los victorinos, pero la tarde sonaba a sevillanas, a esas que cantan "un pañuelo de silencio a la hora de partir". Algunos debieron desentonar en la caseta para celebrar el triunfo de Liria y atrajeron sobre el Guadalquivir más agua que triunfos toreros. Bien es verdad que antes de lo del murciano con los victorinos otro torero veterano tomó el timón en el albero maestrante. Fue el sábado 29 de marzo, cuando José Pedro Prados El Fundi arrancó una oreja a un toro de Palha. El tesón está devolviendo el sitio a este torero veterano al que ahora colocan abriendo carteles para los figuras. También antes de la victorinada hubo espectáculo a caballo el domingo 30. El jinete de la tarde fue Diego Ventura, que sumó tres orejas en un festejo vistoso con toros no demasiado fáciles de Fermín Bohórquez. Ventura volvió a encandilar a los sevillanos días después, cuando ya había llovido mucho, concretamente en la matinal de rejones que cerró la feria el domingo 13, cuando sumó dos orejas. Su compañero Andy Cartagena obtuvo una. Según pasaban las fechas en el calendario iba en aumento la afluencia de público en torno a la Maestranza. La del sábado 5 de abril puede que haya sido una de las pocas tardes redondas del serial sevillano: Miguel Ángel Perera cortó dos orejas y Julián López El Juli y José María Manzanares se llevaron una cada uno con astados de El Ventorrillo, de distinto juego. Manzanares parecía avisar de lo que venía después el lunes 7. Esa tarde el joven torero protagonizó una entonadísima faena bajo la lluvia al último toro de la tarde. Se lidiaron toros de Juan Pedro Domecq. Con los que les cayeron en suerte tanto Enrique Ponce como Sebastián Castella sólo pudieron escuchar una ovación. Pero la lluvia, como aquel que dice, no había caído aún en La Maestranza, que vio suspender varios festejos esa semana. La normalidad, por llamarlo de algún modo ante el desastre ganadero de Domecq, llegaría el viernes 11, con la predisposición de Manuel Jesús El Cid, ovacionado. El mismo premio recibió al día siguiente David Fandila El Fandi ante una corrida de Torrestrella.