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EXPOSICIÓN

Los cuadros de Goya, de nuevo en El Prado

Por Águeda LucasTiempo de lectura2 min
Cultura11-04-2008

Doscientas obras, entre ellas 90 pinturas en su mayoría de colecciones privadas, varios dibujos, algunos aguafuertes y litografías. Esto es sólo una pequeña parte de lo que se puede contemplar desde el 15 de abril hasta el 13 de julio en el Museo de El Prado de Madrid. Goya regresa a la capital cuando se cumple el segundo centenario del 2 de Mayo de 1808 y el inicio de la Guerra de la Independencia.

Goya en tiempos de Guerra es una importante y amplia exposición sobre el pintor aragonés. La muestra comienza a finales del siglo XVIII, cuando Goya iniciaba una nueva etapa; una de cambios, de innovaciones en el estilo, más independiente y creativa, que termina con la serie de sus famosos Los Caprichos (1799) y con la Familia de Carlos IV (1800. En 1819 pintó su última obra pública: La comunión de San José de Calasanz. Dos enfermedades marcan esta etapa: durante los años 1792 y 1793 el artista se quedó sordo y en 1818 estuvo cerca de morir. Todo gira alrededor de dos de sus grandes obras de los días 2 y 3 de mayo: El 2 de mayo de 1808 en Madrid; la lucha contra los mamelucos y El 3 de mayo en Madrid: los fusilamientos en la montaña del Príncipe Pío. Ambos lienzos llevaban un tiempo siendo sometidos a una limpieza y restauración y regresan en perfecto estado para incorporarse ahora a las paredes del museo madrileño. Gran parte de la vida de Goya estuvo ligada a una serie de cambios políticos muy importantes y de gran trascendencia para el país y para los españoles. La Revolución Francesa conmocionó a Europa y afectó a España de lleno en el reinado de Carlos IV y María Luisa. Más tarde, la Guerra de la Independencia se convirtió en un hecho que derivó en invasión, muerte y hambre. Hizo que los españoles se liberalizaran en el terreno político y social: unos, hacia la España que proclamó la Constitución de 1812; otros, los afrancesados, que pidieron la abolición de ésta y el regreso de Fernando VII, un rey absolutista. En el arte de Goya se aprecia un interés por lo cortesano en un principio, algo que más tarde irá evolucionando hacia una libertad creativa que se centrará en el estudio de la naturaleza humana. Deja de lado la pintura para reyes y aristócratas y abre su horizonte en pinturas más familiares, más íntimas, con obras en las que retrata a sus amigos, defectos, sátiras y con las que también hacía una crítica a la sociedad del momento.