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SALUD

La seguridad alimentaria es un problema de salud pública

Por Paula PortasTiempo de lectura1 min
Sociedad10-04-2008

Las nuevas técnicas de control, procesamiento y envasado han dado lugar a alimentos más sanos y seguros. A pesar de estos avances, no se han erradicado los casos de contaminación alimenticia y la transmisión de enfermedades animales a los humanos. Un ineficaz control del consumo de harinas elaboradas con residuos de animales portadores de Encefalopatía Espongiforme Bovina (EEB) provocó una de las crisis alimentarias y ganaderas mas importantes a finales del año 2000.

La calidad y seguridad de los alimentos depende de la compleja cadena de producción, procesamiento, transporte, producción y consumo de los alimentos. La protección de la salud es uno de los objetivos prioritarios para los gobiernos mundiales y, en concreto, la legislación de la Unión Europea es una de las más estrictas del mundo para garantizar la calidad y control de los alimentos. Para atender a una mayor demanda de productos cárnicos, la producción se ha concentrado. Utiliza un número cada vez más reducido de razas, aunque éstas son más productivas. El transporte de animales y la concentración de miles de ellos en establos, incrementan las posibilidades de contagio de enfermedades infecciosas. Las explotaciones industriales producen una gran cantidad de desechos y, parte de estos residuos, se abandonan sobre el terreno y crean el riesgo de infección para los mamíferos y aves silvestres. La Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO) advirtierte que el cambio brusco que sufre la producción cárnica mundial puede elevar el riesgo de transmisión de enfermedades. La organización lanza un llamamiento a los productores cárnicos para que respeten las medidas básicas de seguridad: colocar las industrias lejos de asentamientos humanos o de aves silvestres, limpiar y desinfectar las granjas regularmente, etc. Sólo así se garantizaría el respeto de la salud pública.