Esta web contiene cookies. Al navegar acepta su uso conforme a la legislación vigente Más Información
Sorry, your browser does not support inline SVG

ORIENTE PRÓXIMO

La Franja de Gaza vuelve a vivir una semana negra

Por Miguel MartorellTiempo de lectura2 min
Internacional20-01-2008

Los habitantes de la Franja de Gaza han vuelto a vivir una semana negra. Israel ha respondido a los ataques con cohetes Al Qassam sobre su territorio por parte de Hamas con su habitual política de dureza. Tras una incursión que dejó más de 14 muertos y medio centenar de heridos, este territorio palestino se encuentra con sus pasos fronterizos bloqueados, sin acceso a la ayuda humanitaria de la ONU y sin combustible y, por tanto, sin electricidad.

El calvario comenzaba la madrugada del pasado martes para los habitantes de Gaza. Excavadoras, carros de combate y helicópteros israelíes realizaban “una incursión rutinaria”, según informaron fuentes militares hebreas, que dejaba más de 14 muertos y medio centenar de heridos. Muchas de las víctimas son combatientes palestinos, aunque hubo también un gran número de civiles afectados. Entre los muertos por la última incursión israelí se encuentra Hussan al-Zahar, hijo de Mahmoud al-Zahar, cofundador de Hamas y ex ministro del Gobierno que lideró en su día Ismael Haniya. “Este crimen es el fruto de la visita del presidente de Estados Unidos, George W. Bush, a la región”, aseguró Al-Zahar, quien garantizó que Hamas responderá “cuando considere oportuno y de la forma apropiada”. Haniya, quien dirige un Gobierno en Gaza al margen de la Autoridad Nacional Palestina (ANP), advirtió de que estos ataques no llevarán “a Hamas a abandonar sus posiciones”, al tiempo que exigió al presidente palestino, Mahmud Abbas, que suspenda “inmediatamente las conversaciones de paz con Israel”. Sin embargo, Abbas, consciente de que las negociaciones con Israel penden de un hilo que no está exclusivamente en su posesión, se limitó a calificar de “masacre” y “matanza” la incursión, un ataque que “los palestinos no podrán ignorar”. Al día siguiente, Israel decretaba el cierre del paso fronterizo de Erez -empleado para el tráfico de personas y vehículos- y el de Keren Shalom, por donde Gaza recibe el combustible y la ayuda humanitaria de la ONU. Además, el Gobierno hebreo decretó la reducción de los envíos de combustible a la Franja. Mientras los misiles israelíes continuaban acechando a los milicianos palestinos, la ONU informaba de que el Ejército hebreo impedía el acceso de sus camiones con provisiones para los refugiados palestinos de Gaza en los pasos fronterizos, agravando el calvario de la población de la Franja. Sin suministro de combustible, Gaza agotó las reservas de crudo para hacer funcionar su central eléctrica y el pasado domingo todo el territorio se quedó sin electricidad. Con más de 30 palestinos muertos, la mayoría milicianos, en una semana, sin comida, combustible y electricidad, las llamadas desde el interior de la Franja vuelven a repetir el triste mensaje que se escucha desde hace años: la situación humanitaria es insostenible.