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SEGURIDAD VIAL

Las imprudencias en la carretera se pagarán hasta con cárcel

Por María Reyes RomeroTiempo de lectura3 min
Sociedad04-10-2007

Una de las primeras causas de muerte en España son los accidentes de tráfico y según informa Jordi Jané, el presidente de la Comisión de Seguridad Vial, el alcohol, las drogas y la velocidad son los dos elementos más presentes en los incidentes más graves. Es por este motivo por lo que el Congreso de los Diputados ha aprobado la proposición de ley que reforma el Código Penal en materia de seguridad vial.

La reforma, que ahora será enviada al Senado para su aprobación, centra sus penas de cárcel para aquellos que superen el exceso de velocidad o conduzcan bajo los efectos del alcohol o alguna droga o estupefaciente. Será delito conducir a más de 200 kilómetros por hora en una autovía, a más de 180 en carretera y a más de 110 en vía urbana. La pena de prisión en este caso, será de entre seis meses y dos años, pena que podrá verse aumentada hasta cinco años si el que conduce demuestra que lo hace con "desprecio por la vida de los demás". También será castigado conducir un vehículo sin tener el permiso de conducir en vigor. Este supuesto será castigado, además de con la privación de carné entre uno seis años, con multas de seis a doce meses y trabajos en beneficio de la comunidad de 21 a 90 días, y en el peor de los casos, con penas de prisión de en tres a seis meses. Quienes conduzcan bajo los efectos de alguna droga o con una tasa de alcohol en sangre superior a 1¬2 gramos por litro, teniendo en cuenta que el límite actual se encuentra en 0¬5 gramos, podrán ser penados con entre tres y seis meses de cárcel e incluso con hasta un año si el conductor se niega a someterse a las pruebas que las autoridades consideren pertinentes. 60.000 encarcelados Según los datos del 2004 obtenidos por la Dirección General de Tráfico (DGT), durante ese año y bajo lo supuestos establecidos por la nueva norma, habrían ido a la cárcel 60.000 personas, cifra que iguala a la suma total del número actual de reclusos en todas las prisiones españolas. Con estas cifras se pone de manifiesto la gran responsabilidad de los propios conductores con respecto a los accidentes. El asfalto de las carreteras y muchos otros factores externos pueden ser elementos que causen determinados incidentes, pero no son los culpables en caso de exceso de velocidad, y mucho menos de que ciertos conductores cojan el coche tras haber bebido. En estos supuestos, aquellos en los que actúa esta propuesta de ley, son los propios conductores los responsables de manera consciente de sus actos y por tanto, en gran medida de los accidentes que éstos puedan provocar. A pesar de tratarse de una propuesta que se ha recibido con gran apoyo en la mayoría de los casos, algunos grupos, entre los que se encuentra el Partido Popular, la han calificado de acelerada y precipitada, en otras cosas porque se está tramitando por la vía de urgencia para que pueda entrar en vigor antes de final de este año. Ante estas acusaciones, el portavoz del PSOE en seguridad vial, Victorino Mayoral, ha defendido el proyecto como una medida para luchar contra la siniestralidad. Por su parte el ministro de Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, ha señalado que esta reforma del Código Penal no es algo improvisado sino que simplemente "nos iguala" a Europa. Pero hay otros grupos no políticos como Automovilistas Europeos Asociados que también rechazan esta iniciativa puesto que aseguran que "no es un instrumento de prevención" sino de castigo, y por lo tanto una medida fuera de lugar que además traería consigo problemas económicos. Esto es por el gasto que supondría crear nuevos centros penitenciarios que se harían necesarios con la aplicación de la nueva norma, según explica el presidente de la AEA, Mario Arnaldo.