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EXPOSICIÓN

Gustavo Torner inaugura ¬Ni orden ni caos¬ en Santo Domingo de Silos

Por Marta HidalgoTiempo de lectura2 min
Cultura11-09-2007

El artista conquense Gustavo Toner ha inaugurado la exposición Ni orden ni caos en la Abadía de Santo Domingo de Silos el pasado 11 de septiembre. La muestra, que estará presente hasta el 16 de diciembre, explica su visión sobre el difícil equilibrio del mundo. Engloba 48 obras pertenecientes al Museo Reina Sofía y también al propio autor, algunas de las cuales son expuestas por primera vez.

Veinte collages, una pintura al óleo, nueve esculturas y dieciocho gouaches conforman el grueso de estos trabajos que el artista comenzó en la Navidad de 2004 y que pueden ser vistos ahora por primera vez. Son triángulos que se acoplan a triángulos, sin centros de gravedad, de colores diversos que no responden a ninguna pauta o intención previamente pensada por el artista. Las esculturas, realizadas entre 2003 y 2004, se titulan Complementarios torcidos y se caracterizan por sus cuadrados partidos y entrelazados, que dan como resultado unas formas angulosas, bañadas en oro, y montadas sobre una superficies con distintas inclinaciones. La obra de Torner es entrar en un "universo artístico visual, poético y esencial, y no hay nada más perdurable que lo esencial" según palabras de Javier Blas, jefe de Colecciones del Museo Reina Sofía, que ha organizado esta exposición. Artista autodidacta y polifacético, se ha mostrado reacio a la hora de hablar mucho de su obra pues, según Gustavo Torner, "el arte no se puede explicar,cuando el arte se entiende, ya sobra". Torner, nacido en 1925 y fundador, junto con Fernando Zóbel y Gerardo Rueda del Museo de Arte Abstracto Español de Cuenca, subrayó que en "Ni orden ni caos" se presentan obras con 40 años de diferencia, pero "no se hacen daño, creo que en ellas se ve un mismo pensamiento". Casi todas las obras de este afamado artista pertenecen a la corriente informalista en la que los conceptos quedan expresados por medio de los materiales que se emplean, y especialmente las texturas, sin que existan referencias figurativas. Aunque el óleo fue el única material empleado en un principio, pronto añadió a estos pigmentos materiales como la arena, o fragmentos vegetales. En 2004 donó más de quinientas obras al Museo Reina Sofía de Madrid, y en diciembre de 2005 la iglesia de San Pablo, en Cuenca, frente a las Casas Colgadas, se convirtió en el Espacio Torner, con cuarenta esculturas y pinturas suyas.