Esta web contiene cookies. Al navegar acepta su uso conforme a la legislación vigente Más Información
Sorry, your browser does not support inline SVG

POLÍTICA

La negociación de los presupuestos pondrá a prueba el "todos contra el PP"

Por Irene E. SánchezTiempo de lectura2 min
España29-07-2007

El Partido Socialista no se apoya hoy sobre sus aliados en el Congreso de la misma forma en que lo hacía durante los primeros años de legislatura. Así, y sobre todo desde las pasadas elecciones del 27-M, en las que las diferencias entre PSOE y antiguos aliados se han visto acrecentadas, los socialistas andan con pies de plomo y advierten que partidos con los que previamente habían encontrado un refuerzo claro, ahora protagonizan guiños con su mayor rival, el Partido Popular.

De tal manera se han visto afectadas las expectativas del Ejecutivo de José Luis Rodríguez Zapatero en relación con los Presupuestos Generales del Estado. El Gobierno no cuenta con la mayoría absoluta en las Cortes, lo que requiere del apoyo de otras formaciones parlamentarias para que los Presupuestos del año salgan satisfactoriamente adelante. Solbes presentaba hace apenas diez meses un modelo que aseguraba “la mejora de la productividad, la protección social y la solidaridad internacional” y que en gran medida favorecía el gasto en políticas sociales y en capital humano o el descenso de la deuda pública. Aunque, si algo llamaba la atención tanto de la oposición como del partido más interesado en la siguiente medida, CiU, fue sin duda el aumento en 496 millones de los ingresos de la comunidad catalana. Además, este último mes se llevó a cabo una propuesta en que se pedía que los impuestos catalanes sólo fueran destinados a las arcas de Cataluña, por lo que el asunto tendrá si cabe mayor importancia en este sentido. Dadas las circunstancias, el nacionalismo catalán, representado por CiU, tendió, tras conocer hace un año los supuestos planes de Rodríguez Zapatero, su ayuda y apoyo al Gobierno. Tan solo establecieron una única condición que consistía en el PSOE garantizara la modernización de la economía. Una condición que, desde fuera, no parece haber satisfecho las expectativas de los nacionalistas, que han tenido las últimas fechas contactos con los populares. Según ellos mismos, estos presupuestos son en sí “expansivos y desequilibrados” y no responden “a los grandes retos sociales de España como las pensiones, vivienda, sanidad, educación y formación”. Críticas que no sólo recibe el PSOE de esta parte, sino a su vez desde ERC, cuyo máximo representante, Jon Puigcercós, atacó el descenso de los porcentajes destinados a las infraestructuras catalanas. Y en este tráfico de desencuentros ante la planificación de las cuentas de 2007 también participa el PNV. Desde el País Vasco los nacionalistas plantean una enmienda a la totalidad del proyecto de ley, tal y como han hecho de la misma forma tanto PP como CiU, ERC y Eusko Alkartasuna. El PNV no acepta el “Cupo”, aunque no rechaza cualquier posible negociación con los socialistas. Algo que de ninguna forma ocurre con el partido de la oposición, que, tras haber conseguido establecer acuerdos de Gobierno con partidos que apoyaban antes a los socialistas, tales como Coalición Canaria o CiU, advierte de la desvertebración, insolidaridad e inconstitucionalidad de los Presupuestos, que consideran sirven para jugar “al Monopoly en la Moncloa con el señor Sebastián y Zapatero, que se reparten las acciones de las empresas españolas y juegan con el ahorro de los españoles”, según aseguran. Actualmente, y vistas las difíciles circunstancias que atraviesa el Gobierno socialista, el número de votos en contra de las cuentas establecidas superaría los votos a favor de las mismas. Alrededor de dos meses hasta los días 17 y 18 de octubre, jornadas en que el desenlace de tan dificultosos presupuestos será por fin desvelado.