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ANIVERSARIO

Un homenaje celebra los 50 años de la muerte de Pedro Salinas

Por Jose Luis CarrerasTiempo de lectura2 min
Cultura05-12-2001

Con motivo del 50 aniversario de la muerte de Pedro Salinas, el pasado 4 de diciembre, el Ateneo de Madrid albergó un homenaje y una exposición de fotos y volúmenes de su obra. La voz del poeta recitando cerró un acto en el que participaron su yerno Juan Marichalar, y expertos en su obra como Guillén Vallejo y Julia Cela.

Con motivo del 50 aniversario de la muerte de Pedro Salinas, el pasado 4 de diciembre, el Ateneo de Madrid albergó un homenaje y una exposición de fotos y volúmenes de su obra. La voz del poeta recitando cerró un acto en el que participaron su yerno Juan Marichalar, y expertos en su obra como Guillén Vallejo y Julia Cela. Todos lo recordaron como el poeta que hizo necesario el compromiso universal y que se convirtió en mito como poeta del amor. Pedro Salinas nació en Madrid en 1891. Su vida está ligada desde el primer momento a la cultura, dedicó muchos años de ella a la universidad. Estudió Derecho y Filosofía y Letras en la Universidad Central. Fue lector de español en La Sorbona y en Cambridge. Como catedrático de Literatura, impartió clase en las universidades de Sevilla, Murcia y Madrid. Santander fue una ciudad muy importante en la vida de Salinas, allí fue secretario de la Universidad Internacional Menéndez y Pelayo entre los años 1933 y 1936. Desde allí, tuvo que marcharse al exilio por culpa de la guerra civil que azotó a España durante los años 1936 a 1939. Se dirigió a Estados Unidos, donde siguió su carrera de catedrático en Wellesley College y en la Jhon Hopkins University. Murió en Boston, con 60 años, pero sus restos descansan en el cementerio de Puerto Rico, donde ocupó una cátedra durante algunos años. Pedro salinas escribió poesía, ensayo y crítica literaria. Sin duda, fue el género poético en el que destacó. Supo mezclar muy bien el sentimiento con la inteligencia. Se dice que su poesía se caracterizó por el conceptismo juego de ideas y que a pesar de su métrica sencilla sus versos están muy trabajados. Entre sus obras, Presagios (1923), La voz a ti debida (1933) y Confianza (1955). Como ensayista y crítico literario, sobresalen Jorge Manrique o tradición y originalidad (1947) y Ensayos de Literatura hispánica (1953).