EDUCACIÓN
El debate social se traslada a los libros de Educación para la Ciudadanía
Por Marta G. Bruno
2 min
Sociedad28-07-2007
¿Es la nueva asignatura Educación para la Ciudadanía un método de política intervencionista o un recurso necesario para consolidar la igualdad entre todos? Aunque las polémicas en torno a esta nueva modalidad educativa no cesen, las principales editoriales españolas han comenzado a publicar los libros de texto.
Algunas asociaciones de la enseñanza privada o concertada, como la Confederación Española de Centros de Enseñanza (CECE), no recomiendan a sus centros libros específicos sobre esta asignatura, aunque editoriales tan importantes como SM o Santillana han editado los contenidos de la materia, cuyo borrador fue publicado por el Gobierno el año pasado. Los adolescentes que vayan a cursar tercero de la ESO en Andalucía, Asturias, Cantabria, Cataluña y Navarra usarán a partir de septiembre como guía estos manuales, en los que se concretan temas como la discriminación sexual, la familia o la convivencia en la escuela. Sin embargo, existen diferencias considerables entre unas editoriales y otras. Todos contienen los temas tratados en el borrador, como la aplicación de los derechos humanos en la sociedad y puntos que actualmente ocupan las portadas de los medios de comunicación, como los problemas en relación con el medio ambiente y cambio climático, inmigración, violencia en las aulas -el ahora llamado bullying- o los derechos de las mujeres en el mundo. Uno de los objetivos de la asignatura, según el borrador es el de "identificar los rasgos de la diversidad cultural y religiosa". SM afirma en su libro que "cuando una persona, por razones éticas o religiosas, se niega a cumplir alguna obligación o precepto legal, hablamos de la objeción de conciencia, pero ésta sólo puede ejercerse bajo las condiciones que dicta la Constitución española en su articulo 16". Además, recalca que nadie puede verse obligado a declarar sobre su religión y recuerda que, en la Constitución Española se afirma que una persona es totalmente libre en cuestiones religiosas e ideológicas, salvo que altere el orden público. La Conferencia Episcopal expone en un documento los argumentos por los que considera la nueva asignatura una trampa. Desde el Foro de la Familia se critican los supuestos de esta materia, por su incursión al relativismo moral y por el hecho de dejar en manos de la escuela las tareas propias de educación de los padres del niño. Otras voces, como la del Gobierno de Madrid, según la propia presidenta de la comunidad, Esperanza Aguirre, proponen otro tipo de materias sociales, como los voluntariados.