MIGUEL ÁNGEL BLANCO
El “Espíritu de Ermua” sobrevive una década
Por Irene E. Sánchez
4 min
España10-07-2007
El bosque de Lasarte fue testigo presencial del vil asesinato. El cuerpo del joven concejal del PP en Ermua yacía incosciente tras haber sido atravesado por dos balas. Hubo que esperar 48 angustiosas y largas horas para que la banda terrorista cumpliera puntualmente con su cometido. Eran las 4 de la tarde cuando Miguel Ángel Blanco murió asesinado. Hoy, diez años más tarde, se recuerda el fatídico día y se rememora el espíritu que tan descabellado acto transmitió a la ciudadanía española: El “espíritu de Ermua”.
No pudo aguantar la banda terrorista ETA la humillación en que se vio envuelta tras el hallazgo del zulo en que el ex funcionario de prisiones José Antonio Ortega Lara había sido retenido durante 500 días de cautiverio. El logro de la Guardia Civil y la alegría que se apoderó de los españoles no duró sino tan sólo 9 días. Tiempo suficiente para que la banda se fijara un nuevo objetivo, esta vez, con las miras puestas en Ermua, Vizcaya. El 10 de julio de 1997 Miguel Ángel Blanco, joven concejal del PP en esta localidad, era secuestrado por ETA, que daba al Gobierno un plazo de dos días para trasladar a todos los presos etarras al País Vasco. Ante la negativa del por entonces Ejecutivo de José María Aznar, la banda armada cumplió con su amenaza a través de las manos de Javier García Gaztelu, Txapote y de Irantxu Gallastegui, “Amaia”, condenados hace apenas tres años a cinco décadas en prisión. Las 48 terribles horas que todo español vivía minuto a minuto, segundo a segundo, dieron como fruto numerosas manifestaciones convocadas en distintos puntos del país e innumerables marchas espontáneas de personas descontentas y sublevadas que unían sus voces contra el terrorismo etarra. Fue en esas caminatas, manifestaciones y marchas donde se fraguó el espíritu de Ermua. Espíritu que nació de un sentimiento fuerte de repudia, obcecación y voluntad de hacerse oír por una vez para demostrar que no sólo a través de la violencia y de las armas se consiguen los objetivos que uno se propone. Mares de manos blancas recorrían de arriba a abajo las calles españolas como símbolo de protesta e indignación, no sólo frente al cruel asesinato, sino frente a todos los perpetrados por la banda terrorista hasta el momento, con el de Miguel Ángel Blanco como significativo y en representación de todos los anteriores. Foro Ermua El espíritu se consolidó meses después a raíz del éxito de dichos encuentros populares que velaban por el fin de ETA. Es así como nació el Foro de Ermua. Esta asociación de ciudadanos vascos, entre ellos profesores universitarios y otros profesionales, fue creada el 13 de febrero de 1998 a raíz del asesinato de Miguel Ángel Blanco y con unas expectativas centradas en poder recordar por siempre y hasta que el terrorismo muera, los gestos de apoyo de la ciudadanía tras la matanza y, en definitiva, el espíritu que si ya existía en cada uno de los españoles y se acrecentaba con cada asesinato de la banda, se estabilizó evetualmente tras el secuestro y posterior muerte del joven concejal. Los dos disparos en la cabeza de Blanco pusieron sobre el tapete la unidad de los españoles para la derrota de ETA. Los pilares sobre los que se fundó el Foro de Ermua siguen hoy intactos: radical oposición al terrorismo, apoyo y reconocimiento a las víctimas, base en un marco político constitucional y rechazo a la negociación política del Estado con ETA. Es por ello que el Foro no coincide con la política antiterrorista del PSOE, lo cual se ha hecho notar claramente cuando ha convocado manifestaciones multitudinarias en contra de la misma, la última este año. El Foro de Ermua pretende, a su vez, separarse de las ideologías o bipartidismos existentes hoy en la política espaõla. Muchos de sus miembros, por ejemplo, se reconocen de izquierdas. Sin ir más lejos su fundador, Vidal de Nicolás, luchó contra el franquismo en los años 50 y, además, participó en la creación de Comisiones Obreras de Vizcaya. Asimismo, el actual presidente del Foro, Mikel Buesa, vivió el asesinato de su hermano Fernando, que era miembro activo del PSOE. A pesar de las circunstancias, el Foro de Ermua cree firmemente en el fin de ETA y sostiene para ello un requisito imprescindible para ello, que se basa esencialmente en la unidad de las fuerzas políticas españolas y vascas constitucionalistas. Esa “unidad democrática” que defiende a su vez Marimar Blanco, hermana del fallecido, está formada por un núcleo duro configurado, según el Foro, por Partido Popular y Partido Socialista, que debieran dejar a un lado las acusaciones que protagonizan estos días, que no tendrían que estar llenos más que de ánimo, espíritu y valor. El Foro de Eermua cree que deberían romper esa barrera que en materia antiterrorista les separa abismalmente y seguir la estela de manos pintadas de blanco, donde ninguna es reconocida por ser de un lado o de otro. Si lo consiguieran, darían un gran paso y un sentido pleno al slogan de estos días: “Miguel Ángel Blanco. Nuestra memoria. El espíritu de Ermua sigue vivo”.