GOBIERNO
Zapatero da un golpe de efecto a ocho meses de las generales
Por Antonio Pérez4 min
España07-07-2007
El presidente del Gobierno, fortalecido después de su cara a cara con el líder de la oposición en el Debate sobre el estado de la Nación, reorganiza a su equipo, cesa a los ministros de Cultura, Administraciones Públicas y Vivienda y cambia la cartera de Sanidad para emprender la carrera electoral hacia las generales, que se celebrarán el próximo año.
Un adelanto de las elecciones para que fueran los ciudadanos los que decidieran quién debería gobernar España. Eso fue lo que le pidió el líder de la oposición, Mariano Rajoy, al jefe del Ejecutivo durante el pasado Debate sobre el estado de la Nación. Rajoy consideró que el presidente del Gobierno había “traicionado” la confianza de los españoles, por lo que, a su juicio, la legislatura estaba agotada y el presidente debía “tomar el camino de La Zarzuela” y someterse al veredicto de las urnas cuanto antes. La propuesta de Rajoy se quedó en el aire. Lejos de considerar que su Gobierno no podría llegar a marzo del próximo año, cuando terminará la legislatura, Zapatero ha reafirmado su intención de llegar hasta el final. Si bien en el debate el jefe del Ejecutivo evitó hacer alusiones a la propuesta del PP, Zapatero aprovechó para hace un balance de la legislatura que, desde su punto de vista, ha sido muy positiva. Además de repasar las leyes aprobadas, el presidente hizo hincapié en la buena marcha de la economía española y, de hecho, justificó en ella su propuesta estrella: el Gobierno concederá una ayuda única de 2.500 euros por cada hijo nacido en España a partir del pasado 3 de julio, el día en el que se hizo pública la medida. La decisión provocó una cierta polémica, que Rajoy aprovechó para indicar que su partido ya había propuesto lo mismo, pero con una cantidad mayor. Sin embargo, el presidente del PP centró su discurso en la crítica a la política económica y las reformas de los Estatutos de Autonomía, además de hacer alusión a los soldados fallecidos en operaciones militares en el exterior, a las medidas tomadas “de cara a la galería” y de manera especial, al denominado “proceso de paz” y a la política antiterrorista. De hecho, llegó incluso a pedir al Gobierno que mostrara las actas de sus reuniones con la banda terrorista. De nuevo, Zapatero hizo caso omiso de la petición. Además de la propuesta para mejorar la natalidad en España, el presidente del Gobierno se guardaba otro as en la manga. Por eso ante la petición de que convocara elecciones anticipadas, el líder socialista respondió apenas unas horas después, cuando anunció que cambiaba a su Gobierno. Para ello, el líder socialista destituyó a la hasta ahora ministra de Cultura, Carmen Calvo, por el que ha sido hasta el momento presidente del Instituto Cervantes, César Antonio Molina; así como a la titular de la cartera de Vivienda, María Antonia Trujillo, por la que ha sido vicepresidenta del Congreso de los Diputados, Carme Chacón. Además, el presidente ha prescindido del ya ex ministro de Administraciones Públicas, Jordi Sevilla, que será relevado por la que ha sido ministra de Sanidad en los últimos tres años, Elena Salgado, un cargo que estará a partir de ahora ocupado por el director del Centro de Investigación de Biología Molecular y Medicina Regenerativa de Andalucía, Bernat Soria. El PP replica que los cambios son “una operación cosmética” Con esta nueva estructuración de su equipo, Zapatero pretende negar las acusaciones que consideraban a su Gobierno “estancado” y así llegar al final de su mandato con una energía renovada en sectores “clave” de cara a las próximas elecciones como los jóvenes y los integrantes del mundo de la cultura. Calvo y Trujillo habían sido las ministras peor valoradas por los ciudadanos, según las encuestas. La primera ha trabajado en una ley del cine que ha causado cierto malestar entre diversas asociaciones culturales y también entre actores españoles y exhibidores, mientras que la labor de Trujillo ha sido muy criticada por la falta de competencias del ministerio y por proyectos que no han dado los frutos esperados, como la propuesta de “minipisos” para jóvenes o potenciar el alquiler de viviendas. Las ex ministras, junto a Jordi Sevilla y Elena Salgado, han formado parte del Ejecutivo de Zapatero desde el comienzo de la legislatura. A Sevilla el presidente le ha ofrecido ser una pieza clave de la renovación del PSOE en la Comunidad Valenciana, mientras que Salgado tratará de modernizar la Administración. Por su parte, Chacón tiene como objetivo prioritario mejorar el acceso a la vivienda, y con Soria y Molina, que gozan del prestigio del sector en el que trabajan y son independientes, se pretende enmendar algunos de los errores del pasado, priorizar la investigación científica y potenciar el papel del idioma español y la cultura. El líder del PP, por su parte, considera que los cambios son “una operación cosmética que llega tarde” porque “la legislatura está acabada”. Rajoy también afirmó que la reestructuración “se queda corta” e insistió en lo que ya pidió en el Parlamento: que Zapatero “dé un paso adelante” y “aporte las actas” de las reuniones entre ETA y el Gobierno.