GALARDÓN
Luis Gordillo recibe el Premio Velázquez a las Artes Plásticas
Por María Ayuda
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Cultura11-06-2007
Entre el orgullo y el recuerdo, Gordillo inició su discurso de agradecimiento tras haber recibido de manos del Rey el premio Velázquez 2007 por su trayectoria artística. Entre los mencionados no faltaron los artistas que le precedieron en este galardón, entre los que citó a Antoni Tapies- "al que veneré en mis primeros años de pintor"-, confesó Gordillo, Pablo Pozuelo- "con el que he mantenido una relación de amistad y mutua admiración"- y Antonio López- "hermano o compañero de camino"-.
En el caso de Gordillo, el jurado no tuvo dudas y otorgaron por unanimidad el premio al pintor sevillano, al que consideraban como "uno de los pioneros en la recuperación de la figuración y el color". No es para menos. A lo largo de su trayectoria, Luis Gordillo ha comulgado en muy diferentes iglesias. Comenzó su flirteo con las vanguardias dejándose llevar por el informalismo de los años sesenta. "Un rito de iniciación intenso, breve e indeciso", reconocía el pintor en su discurso, que, sin embargo, sentó las bases de su trabajo: "Con el tiempo me he ido convenciendo de que ese momento histórico y la energía creada por sus tensiones fueron los que pusieron los cimientos de mi trabajo", afirmaba el pintor. Su siguiente paso sería diametralmente opuesto. El pop invadió sus cuadros y el negro y la seriedad del informalismo se quedaron atrás. Comenzó una pintura "con ánimos más festivos" y que para él supuso "una manera de insistir en la práctica de la pintura". En este recorrido pictórico no podía faltar tampoco el psicoanálisis, al que el pintor sevillano se sometió durante ocho años y del que destacó la influencia en su metodología de trabajo. "Desde el final de los setenta hasta ahora mi pintura ha sido mayoritariamente abstracta y es la que prefiero, sobre todo, la de los últimos años", reflexionó el artista. Una carrera rica y variada, que siempre ha estado acompañada de la eterna sensación de inseguridad en su vida. Una sensación de que "la pintura tenía los pies de barro", explicaba el sevillano, que al final "ha sido como una vacuna" que le ha ido fortaleciendo.