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EE.UU.

Un escudo para defenderse de los ataques con misiles

Por LaSemana.esTiempo de lectura2 min
Internacional10-06-2007

La seguridad de Estados Unidos siempre ha sido una de las prioridades para los mandatarios del país. El presidente Ronald Reagan ya tuvo en su mente el proyecto conocido como la guerra de las galaxias. Años después, George W. Bush ha convertido el escudo antimisiles en una de sus apuestas personales.

La idea de crear un sistema que proteja a Estados Unidos de posibles ataque exteriores no es nueva. Si bien, el actual presidente George W. Bush ha sido el que ha impulsado el proyecto. El sistema es sencillo de explicar pero más difícil de llevar a cabo con éxito. A grandes rasgos, se trata de crear una red de radares y de silos de misiles en puntos estratégicos para interceptar los misiles lanzados contra el territorio estadounidense. Los radares detectarían el proyectil enemigo e inmediatamente se lanzarían cohetes para destruirlo en vuelo antes de que impactara contra cualquier ciudad o instalación de EE.UU. De momento, las pruebas que se realizan desde hace años no han sido tan esperanzadoras como se esperaba. Aun así, en la Casa Blanca son optimistas puesto que el concepto funciona y sólo hay que perfeccionarlo, algo en lo que se está avanzando. Con este escudo, EE.UU. pretende tener una herramienta que minimice el riesgo ante hipotéticos ataques de estados enemigos como podrían ser, por ejemplo, Corea del Norte e Irán. Ambos ya han demostrado su hostilidad en sus discursos y el Pentágono cree que en los arsenales norcoreanos e iraníes podrían encontrarse misiles que serían un grave peligro para EE.UU. y sus aliados. Precisamente, en la protección de los estados amigos europeos es donde han surgido las reticencias del presidente de Rusia, Vladímir Putin. Bush pretende crear un sistema antimisiles para proteger Europa similar al que se está desarrollando en territorio estadounidense. El líder ruso no acepta que Polonia albergue los silos de los misiles y República Checa los radares del sistema por dos motivos fundamentales: Primero, lo considera como una aproximación del armamento estadounidense a sus fronteras y, segundo, cree que es una incursión en lo que hasta hace poco era su área de influencia. El error de Putin es ver el escudo como una amenaza cuando éste no tiene una función ofensiva. A pesar de los planes de Bush, éstos todavía están en una fase inicial y ya se está trabajando para superar las reticencias existentes.