TOROS
Palha endulza la semana torista de San Isidro
Por Almudena Hernández
2 min
Espectáculos03-06-2007
La semana torista supo a poco a la afición de Madrid. El fin de fiesta de la feria de San Isidro, más que guindas ha tenido alguna que otra pastillita de sacarina. Hasta los toros de Victorino no fueron lo que tan ansiosamente se esperaba para celebrar el 25 aniversiario de la corrida del siglo, en la que el ganadero salió por la puerta grande.
Sólo algún que otro Palha apuntó maneras de buena repostería portuguesa, de esa que siempre se riega con un sbroso vino de Oporto. El ganadero luso llevó a Madrid una corrida dispar que guardaba sorpresa, como los bombones rellenos. Tanto gustaron algunos de los astados, sobre todo primero y sexto, que el mayoral saludó al finalizar la corrida. Durante la lidia del sexto tuvieron lugar algunos de los momentos más emocionantes del festejo, a cargo de Luis Vilches. Así terminaba uno de los meses más taurinos del año. La fecha del 31 de mayo comenzaba para la ganadería portuguesa un nuevo capítulo de relevancia, al menos en su particular historia. Los días anteriores y posteriores discurrieron, sin más, aunque siempre con algún buen detalle que sólo percibe el buen aficionado. El día de después de las elecciones, el lunes 28, el novilero José María Lázaro fue el hombre más feliz del mundo tras lograr una oreja en la democracia de la monumental madrileña. Su mal manejo de la espada le impidió salir en hombros, pues pudo llevarse también la oreja de su primer novillo. Las encastadas reses de La Quinta pusieron, digamos, el azúcar glass a la tarde, que no es mala materia prima cuando se confitería fina se trata. Al día siguiente, el lote de toros de Dolores Aguirre llegó a Madrid con grumos. Los ejemplares de la corrida de la ganadera vasca más que dulzura mostraron peligro y mansedumbre. Rafaelillo fue premiado con una justísima vuelta al ruedo, tras jugarse la vida frente a un morlaco corrido en quinto lugar. También hubo peligro en la corrida de Celestino Cuadri reseñada para el 30 de mayo. Y con ella, además hubo pastelero dispuesto a amasar embestidas imposibles: Javier Valverde. Adolfo Martín estrenó mes de junio con un encierro del que sólo destacó el tercero, que fue ovacionado en el arrastre. El protagonismo de la tarde lo acaparó El Fundi, que provocó una auténtica división de opiniones en la lidia del cuarto. Al día siguiente, los de Victorino defraudaron y ante ellos, sólo El Cid saludó tras liquidar a sus oponentes. Se esperaba mucho del ganadero de Galapagar, quizás demasiado, a pesar de un par de ejemplares que tuvieron buen son.