ELECCIONES 27-M
Los éxitos en Madrid y Valencia anticipan los cambios dentro del PP
Por Irene E. Sánchez
3 min
España03-06-2007
El alcalde de Madrid, Alberto Ruiz Gallardón mostró su “ilusión” por ir de la mano del presidente del PP, Mariano Rajoy, a ganar las próximas elecciones generales. A pesar de las declaraciones del edil, Rajoy decidió no desvelar quién ocupará este puesto hasta que “se convoquen los comicios”. Para el líder de la oposición, Gallardón “es un buen número dos, pero hay muchos otros”, igual de brillantes que el alcalde.
"Hay numerosos alumnos aventajados en España y a los ocho años no deciden la carrera". De esta forma el líder de la oposición respondía al deseo expresado el pasado martes por Gallardón en un almuerzo del Foro ABC. Reconoció, por tanto, las virtudes del actual alcalde de Madrid, y no obstante afirmó que “en el medio está la virtud” y que, en consecuencia, prefería actuar con prudencia y no descubrir aún el nombre del futuro número dos del Partido Popular. No sin reconocer, aún así, sentir un “legítimo orgullo” por que los miembros de su partido le valoren o sin destacar las cualidades y capacidad de Gallardón para, en un futuro, poder encontrar su nombre en las listas del Congreso. La disconformidad de la presidenta de la Comunidad de Madrid, Esperanza Aguirre, ha sido también mostrada ante las declaraciones de Gallardón, cuya enemistad con Aguirre, que estas autonómicas barrió en la comunidad y fue líder indiscutible con siete escaños más que en 2003. No es la primera vez que muestra que no comparte las expectativas, y opina de la actitud del alcalde: “La ambición de Gallardón es legítima, pero los personalismos me asquean”. Gallardón decía tras su abrumadora victoria en la capital: "He confesado en reiteradas ocasiones mi ilusión por poder acompañar a Mariano Rajoy en las próximas elecciones generales. Después de 24 años de servicio a los ciudadanos para Madrid y para España, quiero destacar dos en la primera página de la agenda política que estrené el pasado domingo: el primero, ser alcalde de todos los madrileños, y el segundo, ayudar en lo que esté en mi mano para que Mariano Rajoy sea el próximo presidente de España". Y es que, pese a que no haya sido la primera vez que Gallardón lo haya reconocido en público, los deseos del edil parecían no ser ya conocidos dado el revuelo que se ha organizado en torno a la cuestión, que él achaca a la fecha en que se dijo: "Creo que llevo dos años diciendo lo mismo y ahí dicho está, se le ha dado un valor distinto por haberlo dicho el martes en lugar del martes de la semana anterior” –previo a los comicios- . Preso de las críticas, rumores y habladurías de sus allegados, del Gobierno y de los medios de comunicación, Gallardón ha decidido poner fin a la polémica y ha hecho pública su pretensión de no volver a hablar sobre ello, ni de su apoyo a Rajoy para que se convierta en el presidente de España, ni de su voluntad de formar parte de la candidatura al Congreso. Mientras que algunos líderes disfrutan de su triunfo, otros tan habituales como el secretario general del partido, Ángel Acebes, o el portavoz del PP en el Congreso, Eduardo Zaplana, no han sido protagonista de las autonómicas. Quizás las caras que más se recuerdan tras los atentados del 11-M hayan sido de alguna forma llevadas a un papel secundario por los efectos negativos que podrían despertar, dicen desde Génova. Tal es así, que el que fuera portavoz del Gobierno por aquel entonces, Eduardo Zaplana, acudió a Carnota o Muros, en A Coruña, Vilagarcía de Arousa en Pontevedra, Orihuela y Altea en Alicante o Alcorcón y Torrejón de Ardoz en Madrid. Incluso en el cierre de campaña por Mariano Rajoy, que fue en Madrid, él se encontraba en Orihuela. Con el secretario general del PP, Ángel Acebes que fue visto algo más que el anterior, ocurre parecido, ya que se le vio en ciudades más importantes, Barcelona, San Sebastián o Bilbao, pero también ha pasado la mayor parte de la campaña en plazas menores, como Avila, El Ejido, Mérida, Ermua, Teruel, Segovia, Salamanca y Talavera de la Reina (Toledo). El presidente de la Generalitat Valenciana, Francisco Camps, y el alcalde de Madrid, Alberto Ruiz-Gallardón, son claros defensores de que el Congreso del PP sirva para hacer cambios significativos dentro del partido. Los nuevos barones del PP vienen pisando fuerte y trazan un escenario en el que viejas figuras podrían verse amenazadas por los cambios en el Congreso. A sólo cuatro meses de las posibles transformaciones, Mariano Rajoy prefiere aguardar hasta entonces.